EL ELEFANTE ENCADENADO
El texto nos compara la historia del elefante con la manera de vivir en muchas ocasiones nuestra vida. Por miedo, comodidad, certeza no nos atrevemos a salir de nuestra zona de confort. Estamos atados a la rutina. Somos nosotros mismos los que nos ponemos las limitaciones, pensar que no podemos hacer nada más y si alguna vez, lo intentamos y sale mal, nos da miedo volver a intentarlo.
Es importante también cambiar e intentar avanzar porque siempre se aprende algo. Si no lo intentamos, pensamos que la vida es sólo lo que conocemos, el entorno que nos rodea. Sin embargo, hay un mundo infinito de posibilidades que nos hacen ver diferentes perspectivas y decidir donde queremos estar en cada momento.

EL ELEFANTE ENCADENADO
"El elefante no escapa porque ha estado atado a una estaca desde que era pequeño..."
Las cadenas, por ligeras que sean, siempre pesan. Pero tanto el elefante como nosotros podemos y tenemos todo el derecho para romperlas. Dejemos de ser elefantes encadenados.
A veces, el miedo a fracasar es tan intenso que ni siquiera nos atrevemos a dar el paso.
Existen muchos factores que se mezclan a la hora de ar un paso romper esas cadenas (inseguridad, falta de confianza en nosotros mismos, miedo...)
Para liberarnos de nuestras cadenas tenemos que dar una pequeño paso.
Las limitaciones están en nuestra mente.
Aunque parezca casi imposible romper esas cadenas, hay que recordar que somos tan grandes y poderosos como ese elefante.

En el capitulo del cuento ' El elefante encadenado' nos hace ver que podemos superar todo aquello que nos proponemos porque las trabas las creamos nosotros. Hay que trabajar, luchar y aspirar a donde queremos llegar y ser (querer es poder), teniendo en cuenta nuestras posibilidades y ser valiente en las deciciones que debemos tomar en la vida, porque la seguridad es un factor importante para conseguir nuestros objetivos y evitar aquello que nos atromenta dia a día.

EL ELEFANTE ENCADENADO
A mi parecer la fábula nos muestra la realidad de muchas personas que, ancladas en experiencias del pasado, piensan que no pueden hacer ciertas cosas. Así pues, al igual que el elefante grabamos en nuestra memoria una incapacidad, un no puedo, pero en realidad, es una invención, somos nosotros mismos quienes hemos creado esa estaca y nos hemos encadenado a ella, es decir los que hemos puesto las limitaciones en nuestra cabeza.
Por lo tanto, al ser todos un poco ese elefante, somos los únicos que podemos hacer desaparecer nuestras cadenas.

EL ELEFANTE ENCADENADO
"Seño,yo no se hacerlo". Me enfrento cada día a esta afirmación de alguno de mis alumnos. Mi respuesta siempre es: "Debes volver a intentarlo,eso es lo importante.Te salga como te salga,estará bien porque lo has intentado".El miedo a errar,a no hacer las cosas perfectas,a no ser aceptados por otros,nos paraliza,nos cierra puertas. A nuestros niños también.A veces su estaca somos los propios maestros.Los tenemos atados a unas correcciones y límites que imponemos a veces sin darnos cuenta y les cohíben."Tú,inténtalo,no tengas miedo".
Si nuestra experiencia nos dice que los miedos no llevan a ninguna parte y sólo sirven para cerrar mentes,¿por qué no procuramos una educación libre de miedos, de límites instaurados hace mil años,de normas inamovibles y arcaicas?¿Por qué no abrimos mentes y métodos que hagan posible un desarrollo de cada alumno conforme a sus propias capacidades y habilidades?¿Por qué nos empeñamos en establecer un rasero al que todos deben llegar por igual?Si no llegas,ya no eres como el resto.Si te pasas,ya no eres como el resto.¿Por qué?Cuánto cambiaría todo si aplaudiéramos más lo que cada uno sabe hacer sin tanta represión y tanto encasillamiento. El elefante estaba encasillado. Lo ató a la estaca el dueño del circo.Yo no quiero ser el dueño del circo.

Cuando era niño le encantaban los circos de animales y en especial el elefante,el cual era enorme y pesado y estaba atado por sus patas. Se piensa que con la fuerza podría escaparse pero no lo hace porque está así desde pequeñito. Cuando intenta liberarse no lo consigue.
A veces las cadenas que nos unen a nuestros miedos son muy frágiles, más de lo que creemos y no tienen tanta importancia como para quedarnos paralizados. En resumen, deberíamos ser más valientes y decididos y así vencer todos los miedos y obstáculos que se nos presenten en nuestro día a día. Aparecen obstáculos que no sabemos superar y no nos enfrentamos a ellos por miedo y por la creencia de que somos incapaces de superarlos.

EL ELEFANTE ENCADENADO.

Me ha gustado mucho el texto, incluso se lo leeré el próximo día a mi alumnado.

Es verdad que muchas veces nos auto imponemos limitaciones por las creencias que tenemos de nosotros mismo que muchas veces no son reales o que nos han sido impuestas bajo la creencias de otros.

Tenemos que luchar por quitarnos esas "estacas" que nos impiden disfrutar de lo que nos hace felices y enseñarles a los niños que hay que volver a intentarlo y ser constantes.

Con esfuerzo y sacrificio nos volvernos fuertes como el elefante y podremos conseguir muchas de nuestras metas.

La lectura es muy bonita, nos hace pararnos a pensar en lo condicionados que estamos por lo que hemos aprendido desde pequeños y que eso mismo podemos hacer con nuestros alumnos, por lo que debemos poner soluciones para que no ocurra. Por un lado nosotros, por mí misma lo digo, debemos soltarnos de las ataduras que tenemos por la costumbre, lo que hemos aprendido¿ y atrevernos a experimentar nuevos métodos, nuevas situaciones que aunque creamos que no vamos a ser capaces de realizarlos correctamente si no lo intentamos nunca lo conseguiremos y este mismo discurso hemos de trasladarlo al trabajo diario con nuestros alumnos, tenemos que animarlos a que se esfuercen por conseguir lo que quieren aunque crean que no son capaces y frente a las dificultades diarias hemos de animarlos a superarlas y a hacerles ver que son capaces de conseguir todo lo que deseen.
Con este grupo de trabajo he aprendido mucho y me ha enseñado muchas técnicas nuevas para trabajar con mis alumnos, por lo que me ha resultado muy positivo realizarlo, me gustaría poder continuarlo el próximo curso, a ser posible con la misma coordinadora, que ha sido estupenda y quiero felicitarla y darle mi enhorabuena ya que ha realizado un trabajo excelente.

A menudo nos enfrentamos a algunas situaciones e intentamos evitarlas ya que por experiencias anteriores no hemos conseguido un resultado satisfactorio e intentamos quedarnos en nuestra "zona de confort" (que como su propio nombre indica) nos hace sentirnos bien pero no nos damos cuenta de todas las cosas y personas maravillosas que nos perdemos al no querer enfrentarnos a situaciones nuevas. Lo mismo le pasa a nuestros alumnos y alumnas, a veces, los adultos que les rodean e incluso ellos mismos se "etiquetan", el "gracioso", "el que se le dan mal las matemáticas"...y antes de enfrentarse a una situación nueva lo primero que dicen es "señor, yo no voy a saber", "señor, yo no puedo". Pienso que es importante enseñarle a los alumnos y alumnas que la vida está llena de retos y que deben intentarlo e ir (como en el caso del elefante) aflojando las cadenas para ir superándose y así desenvolverse en un mundo donde lo importante no es llegar a la meta sino disfrutar del camino y alegrarse cada día de los pequeños triunfos conseguidos.

Este texto me hace ver que es verdad que nuestros miedos son los que a menudo nos paralizan para llevar a cabo nuevas experiencias, actividades... Si nosotros mismos no somos capaces de superarlos a veces y nos agobiamos, hay que pensar que los niños aún les cuesta más. He tenido clases con gran inseguridad y con la etiqueta de que eran malos y no sabían nada. Cuando se les da la oportunidad motivandolos con los logros diarios, se dan cuenta que si que pueden hacerlo. Muchas veces hay que comprender que cada uno tiene sus limitaciones, su ritmo pero que para nadie es imposible.
Al igual las personas queremos mostrarnos tal como somos pero que les gustemos a los demás. En el caso de los niños en clase a lo mejor sienten miedo de que les llamen empollón, sabelotodo, tonto... y ya se les va sumando más barreras.
Es dificil llevarlo a la práctica pero si nos viene bien reflexionar el tema para intentar avanzar y ver que estar anclado sin cambiar no tiene que ser malo y puede resultar mejor de lo que tenemos.

Es una lectura realmente bonita y de la que se pueden sacar muchas cosas, incluso para trabajar con el alumnado en clase.
Al igual que el elefante estaba encadenado, nosotros mismos nos solemos sentir encasillados dentro de nuestras propias vidas. Incluso, a veces, creemos que tenemos que cumplir según qué expectativas para los demás, sin pensar si lo que estamos haciendo o cómo estamos viviendo realmente nos llena y nos hace felices. Como bien dicen algunas compañeras: por no salir de la zona de confort. Por eso, es importante hacer autocrítica y empezar a vivir con el co-razón del que tanto nos habla José Mº Toro.
En el caso de nuestros pequeños/as pasa lo mismo. Suelen estar pendientes de las expectativas de los demás, de lo que esperamos de ellos y de seguir el modelo establecido por la sociedad, más que de ser ellos mismo y vivir. Por eso es importante trabajar todos estos aspectos en clase.

La lectura de este artículo hace aflorar recuerdos de cuando era niña, y lo sencilla y confiada que se hace la vida en esa edad infantil.
La enseñanza del artículo es muy abundante y rica.
A nivel personal, es necesario plantearnos qué cosas no podemos hacer o creemos que no podemos.
A nivel social y profesional, la lectura nos plantea una seria responsabilidad: dar respuesta a los interrogantes de los más pequeños. Para ello debemos recordar nuestra infancia, sentirnos como niños, sentir aquellos interrogantes e ilusiones que teníamos de pequeños, para poder comprender los sentimientos y emociones infantiles.
El niño de la lectura, cuando preguntaba, lo hacía confiando en la sabiduría de los adultos, sabiduría que no encontró, puesto que no halló ninguna respuesta coherente para él.
Me llamó la atención que la pregunta la dirigiera en primer lugar al maestro, luego al padre y luego al tío. En ese orden, ,o en otro.
Los adultos en general, y los maestros en particular, somos para los niños, personas conocedoras de muchos de sus dudas e interrogantes. Por esta razón, tenemos la obligación moral de dar respuestas coherentes a nuestros pequeños, no dejarlos nunca con la duda, puesto que corren el peligro de acomodarse a vivir con ellas.
Los adultos tenemos un papel fundamental en la construcción del pensamiento de nuestros alumnos, hijos... y en suscitar en ellos la certeza de que las dudas, con esfuerzo, asombro e ilusión, encuentran respuestas. El mensaje que debe quedar en los pequeños, debería ser " Las soluciones existen, y si no existen, podemos inventarlas o fabricarlas"

No dejemos que una "pequeña estaca" nos esclavice, ni a nosotros, ni a los pequeños a los que tenemos la oportunidad de mostrarles el camino.

EL ELEFANTE ENCADENADO
El protagonista del cuento ¿El elefante encadenado¿ es un elefante que lleva toda su vida atado a una pequeña estaca. Visto objetivamente, dada su fuerza física, nada le impediría tirar de la pequeña estaca y liberarse. El cuento no hace ver con este paralelismo cómo las limitaciones que nos imponemos son mucho más fuertes que las ataduras físicas. Cada uno de nosotros somos responsables de nuestra actitud ante la vida, de cómo queremos vivirla, de llenarla de experiencias positivas. Ponernos limitaciones nos ofrece un espacio seguro, cómodo y previsible, pero nos impide desarrollar nuestro crecimiento personal.
El narrador cuenta en primera persona cómo hizo un recorrido por la vida de su admirado elefante y cómo se creó esas falsas creencias y nos invita a desenmascararlas y crecer en libertad.

Se trata de una lectura muy bonita en la que se refleja que nosotros mismos nos ponemos las trabas para no avanzar con nuestros miedos y temores. Es cierto que tenemos nuestras limitaciones, pero más grandes son nuestras posibilidades y deberían ser las ganas de avanzar y mejorar. Por eso, debemos inculcar a nuestro alumnado que equivocarse o preguntar o fallar no es malo, es parte del aprendizaje y que no deben rendirse ni verse peor por ello. Quien quiere, puede, sólo tiene que intentarlo.

EL ELEFANTE ENCADENADO
El texto nos presenta a modo de fábula , a través de un elefante atado a una estaca y la imposibilidad de movimiento por las ataduras, un ejemplo claro de lo que nos sucede en nuestra vida, con las limitaciones, los miedos, la impotencia y la propia educación recibida, que han impedido que nos expresemos con libertad de acción. Vivimos la mayoría de las veces sometidos a la rutina que nos impone la vida y tenemos a nuestro alcance una sociedad del bienestar, donde todo se consigue de manera fácil, pero surgen situaciones extraordinarias y en la mayoría de los casos no estamos preparados para afrontarlas.

EL ELEFANTE ENCADENADO
Me ha hecho reflexionar mucho. Nunca había oído hablar de este cuento. Es verdad, que si desde pequeño te están diciendo que no puedes con algo, al final, te lo crees. En mi opinión, no sólo pasa desde pequeño. Hay situaciones, en la edad adulta, que ocurre lo mismo, y acabas con la autoestima de esa persona. Debemos afrontar las situaciones de la vida, pero nunca rendirnos ni olvidar nuestros objetivos, porque es nuestra felicidad.