El curso ha quedado interrumpido por la crisis sanitaria pero dio tiempo a aprender cosillas muy útiles en el manejo del retorcido y poco práctico Séneca. Me quedo con el aprendizaje claro de que todo el peso va a ir ahora hacia los criterios de evaluación, sobre los que ya no tenemos control y que, en realidad, pasarán a considerarse los verdaderos contenidos vertebradores. Sigo sin ver en esto la solución que necesitamos a la hora de trabajar en una evaluación más clara y accesible para todos: alumnado, familias y docentes. 
 

En cualquier caso, quiero decir que el ponente me pareció muy sincero, ameno y práctico. Y el ambiente de trabajo con mis compañeros ha sido estupendo.