En la primera sesión trabajamos sobre la motivación, la intención, la atención consciente, el impacto de nuestra presencia, y tratar a los demás como nos gustaría ser tratados. Hicimos las normas de clase, el rincón de paz y comenzamos a acercar al alumando a la respiración consciente antes de cada sesión de clase. En la seguda sesión trabajamos sobre todo en la percepción. En la tercera sesión vimos la importancia de transformar las emociones. Hicimos una práctica en las sensaciones y vimos cómo la respiración y el rincón de paz son herramientas fundamentales. En la cuarta sesión hemos visto aspectos como la empatía y la compasión. Se trata de una formación bastante completa teniendo en cuenta el limitado número de sesiones, y agradezo el esfuerzo de los profesores por impartir la última sesión por videoconferencia.
Hay mucho trabajo que hacer con el alumnado sobre este tema, y seguiremos en ello.

A lo largo de mi carrera profesional, he participado en diversos cursos relacionados con la educación emocional y todos me han servido para aumentar mi convencimiento de la importancia de profundizar en este aspecto en la práctica docente.
Del programa que hemos llevado a cabo este año en nuestro centro destacaría como aspectos positivos los siguientes:
- Participación de la casi totalidad del Claustro.
- Buena implicación del profesorado en incorporar a su trabajo los valores y actitudes que íbamos analizando.
- Repercusión en el ambiente de trabajo en las aulas y en la mejora de la convivencia.
- Las sesiones de formación que nos han iniciado en una profundización en nuestro mundo emocional y su repercusión en nuestros comportamientos a nivel personal y profesional.
Sería estupendo que se continuara este programa de formación el próximo curso como una continuidad y profundización de lo conseguido este año, con más sesiones de trabajo para el profesorado y un plan de actividades bien secuenciado para todo el alumnado. También sería muy importante hacer extensivo este programa de educación emocional, ética y social a las familias de nuestros alumnos y alumnas.

Este ha sido mi primer curso sobre educación emocional, reconozco la gran importancia que tiene este tipo de educación en nuestra labor como docentes, ya que a diario nos encontramos con adolescentes con las emociones a flor de piel, y debemos mostrarle o intentar ayudarlos a saber gestionarlos. También aprender a gestionarlas nosotros, en las distintas situaciones en las que nos encontramos.
Me gustaría poder continuar profundizando en este programa de educación emocional, ética y social, porque considero que es imprescindible para crear un buen ambiente en el Centro, y creo que tiene muchos beneficios tanto para el alumnado como para el profesorado.
La práctica que más he usado tanto en clases como en mi vida ha sido los 2 minutos de respiración al inicio de clase, me parece una forma estupenda de iniciar una clase y centrar la atención del alumnado.
Me hubiera gustado contar con más actividades prácticas para llevarlas a cabo en el aula. Pero el resto me ha gustado mucho el curso y me parece que aun hay mucho trabajo por hacer relacionado con la educación emocional, así que seguiremos trabajando en ello.

En este curso hemos tratado varios aspectos relevantes como la respiración y la calma mental. También hemos aprendido a conocernos a nosotros mismos de una manera distinta para para poder mejorar nuestra personalidad y nuestras reacciones ante diversas situaciones.Se nos han introducido conceptos como el habla positiva , la empatía ,la tolerancia y hemos redactado unas normas para orientar nuestra convivencia y poder usar estas experiencias en el aula con nuestros alumnos.

En general, me ha parecido más teórico que práctico. Me hubiera gustado contar con un amplio paquete de actividades prácticas para poder desarrollarlas en el aula.

Aun así, agradezco a ponentes y participantes su dedicación.

El curso nos ha permitido acercarnos mejor al funcionamiento de nuestra mente y la conexión que tiene esta con nuestras experiencias de vida y con nuestras emociones. No somos seres estáticos, cambiamos y, lo que es más importante, nosotros tenemos un gran poder para controlar nuestras reacciones y como consecuencia las emociones que se derivan de estas.

Ha sido muy gratificante ver cómo prácticamente todos los profesores del centro han participado en esta actividad, puesto que nos da a entender que todos tenemos un interés común en mejorar como personas y, sobre todo, mejorar el trato con nuestro alumnado.

Es la última sesión recibida la que me ha hecho ver que somos más que seres que transmiten conocimiento, somos personas y trabajamos con personas, y por lo tanto necesitamos de la empatía para llegar a comprender a nuestro alumnado y ayudarles a ser personas completas.

Agradezco el trabajo realizado por los ponentes y especialmente a Sofía que se puso por un día en la piel de un docente y pudo comprobar lo difícil que es nuestro trabajo, pero a su vez lo gratificante que es dedicarse a esta profesión.

Finalizo esta formación con un balance positivo. Gracias a ella, hemos sido conscientes de que nuestras emociones están en todas nuestras acciones vitales. También, hemos interiorizado la idea de que la docencia no deja de ser una práctica emotiva constante. La toma de conciencia de ello nos ha ayudado a recordar que, tanto alumnos como profesores, somos personas por encima de todo.

Comentar, que en el devenir del día a día nos cuesta pararnos, el ruido está presente y, encorsetados por horarios y temarios, nos mostramos en ocasiones nerviosos y poco reflexivos. Ser conscientes de que la calma es un bien en sí mismo y de que hemos de pararnos, reflexionar antes de actuar, llevándola a la práctica docente, nos ha ayudado a desestresarnos y afrontar los conflictos. Por otro lado, empatizar con el otro, cuya opinión es diferente a la tuya propia, te ayuda a encarar positivamente esas diferencias y el trabajo en equipo.

Por último, me gustaría agradecer a Javier y Sofía,su disponibilidad y colaboración (más allá de la propiamente formativa), participando en diversas actividades organizadas en el centro.

En mi caso personal asistí a estas jornadas con grandes expectativas. La primera jornada fue ilusionadora, mezclando aspectos teóricos y prácticos que me resultaron mas que interesantes y aportaron si no mucho, por lo menos las suficientes expectativas para esperar otras jornadas similares. En la segunda jornada se incidió en aspectos externos a la meditación , reflexión etc... el tiempo antes de la reacción, aspectos como la tolerancia, la empatia, etc...que se habían visto antes y que fueron desarrollándose, concluyendo en una jornada bastante aceptable que me resultó interesante. A partir de ese momento fue (Para las expectativas que yo suponía, quizás es que no había que suponer nada) un poco una decepción, sobre todo la tercera jornada, donde , puestos los cimientos, el edificio no pasaba de la primera planta. La última jornada fue no presencial y recopilaba (También se hizo esto en parte de la tercera) aspectos de las jornadas anteriores, para que quedaran claros los conceptos. Los ponentes, Sofía y Javier saben de que hablan y aportan su conocimiento y experiencia con profesionalidad, pero , como digo e insisto mis expectativas eran otras , quizás mas prácticas, etc...y como digo eso pasa a veces donde uno acude y no sabe a ciencia cierta de que va la cosa. Yo no he obtenido lo que esperaba, especialmente a partir de la tercera jornada. No obstante recomiendo este curso a todo el mundo, hay momentos de verdad que he valorado enormemente.

La educación emocional mejora la vida de las personas, por ello me parece fundamental nuestra formación en este aspecto, principalmente por lo trabajado sobre la atención plena y propuestas para bajar el estrés. En este sentido, la dedicación de unos minutos de respiración consciente al principio de la clase ha sido bien acogida por parte de los alumnos, que han comenzado las clases con la intención de estar más centrados y relajados. El reconocimiento de nuestras fortalezas y debilidades nos ha permitido potenciar las primeras y minimizar las segundas para seguir mejorando como profesionales de la docencia. El trabajo sobre el habla positiva ha provocado en el alumnado una reflexión sobre el lenguaje como constructor de emociones. Por otra parte, me ha parecido interesante la reflexión sobre la empatía, el altruismo y la compasión. Particularmente, la empatía es un valor imprescindible en los docentes, por generar un buen ambiente de clase y motivación en el alumnado.
Agradezco su colaboración y trabajo en nuestro centro a Sofía y a Javier, así como a todo el profesorado por su dedicación e interés en la formación.

Finalizamos este curso donde hemos aprendido y/o reforzado, aspectos sobre nuestras emociones, cómo gestionarlas para , a partir de ahí, poder trasladar esto a nuestros alumnos.
Apuesto por la propuesta de continuidad para el curso que viene, con una profundización de lo trabajado y sobre todo con sesiones de trabajo para profesorado y alumno, con sesiones bien planificadas para ambos. Me consta que esto será así y que está ya elaborado por lo que hay ya mucho trabajo realizado por los profesionales que lleva a cabo este programa.
Creo que será fundamental también de cara al curso que viene dar visibilidad de este programa a las familias, para que conozcan de primera mano qué se trabaja en el IES y puedan desarrollar algunas prácticas en casa. Sería importante establecer cauces de comunicación para ello.
Por último agradecer a Sofía Marbán y Javier González su disposición y participación para todo lo que el centro le haya planteado.

Para empezar, he estado encantada de participar en este curso y agradezco el esfuerzo que se ha hecho para que hayamos podido terminarlo, aunque haya tenido que ser de manera telemática.

A lo largo de las sesiones de este curso hemos revisado conceptos que a veces damos por sentado, y me parece muy interesante que nos tomemos el tiempo necesario para reflexionar sobre esas ideas y la repercusión que tienen nuestros actos en nuestra relación con los demás. Normalmente nos dejamos llevar por el ritmo del trabajo, o incluso de la vida en general, y no nos paramos a pensar qué acciones pueden conllevar alguna consecuencia, y reconozco que muchas veces a mí misma me resulta complicado hacer ese "parón", pero es cuestión de empezar poco a poco y así poder transmitir ese espíritu a nuestros alumnos. Personalmente pienso que en ese sentido este curso ha logrado su cometido.

Para terminar, tan sólo añadir que espero que este curso haya sido sólo un pequeño paso en todo el camino que aún nos queda por recorrer, de manera individual pero también colectiva, y me gustaría seguir viendo la repercusión tan positiva que ha tenido tanto en los profesores como en los alumnos.

El planteamiento original del curso, muy interesante en su concepción, se ha visto truncado en su fase final por el desarrollo de los acontecimientos sanitarios. Que han impedido el normal desarrollo presencial de la sesión restante. Esto ha sido solucionado mediante una sesión telemática en la que, mediante el esfuerzo todos los participantes, pudimos sacar ciertas conclusiones igualmente valiosas.

Visto en perspectiva la totalidad del proyecto, es un planteamiento interesante, y en muchos aspectos innovador, en el campo de la docencia, dónde obviamente cabe también margen para la mejora.

Centrándonos en lo más positivo, sería interesante señalar el propio planteamiento del curso así como algunas de las actividades que se han desarrollado en el aula con los alumnos. Inclusive la charla dada por la propia ponente del curso directamente al alumnado. También me ha resultado muy interesante la confección de unas normas de comportamiento para la sala de profesores y el claustro en general, que se han llegado a alegar en momentos puntuales para mejorar la convivencia entre el equipo profesional del centro.

En el apartado de mejoras podrían plantearse más actividades dinámicas, pues la materia que se trata da para mucho en ese campo, orientándose más al aprendizaje por proyectos en vez hacia una conferencia de una clase magistral. Aunque obviamente esto va más en preferencias personales.

La experiencia es en definitiva muy satisfactoria tanto por la presencia de este tipo de formación, tan necesaria y tan olvidada, como por el hecho de haber podido compartir experiencias y trabajo con un equipo docente en el que muchos de sus miembros ya estaban iniciados, muy adentrados en algunos casos, en la materia. Por este sentido el feedback ha sido especialmente productivo y positivo.

Sin duda un ejemplo de hacia dónde debe orientarse la formación en centros, y una propuesta metodológica para exportar a otros IES y colegios, cuando no a incluir directamente en los planes docentes.

En este curso hemos recibido formación y realizado algunas prácticas en educación emocional. En el centro llevamos unos años trabajando en este sentido, vamos poco a poco, pero los resultados se notan. Hay muy buen ambiente en el Centro entre el profesorado y el alumnado, buena convivencia, nos preocupamos los unos por los otros y nos cuidamos.
Creo que es muy importante lo que estamos haciendo y me gustaría seguir formándome y trabajando en la misma línea.

Todo suma, si lleva consigo el acercamiento al alumno mas allá del aspecto académico, de esta forma estaremos avanzando en nuestra labor como profesionales de la educación. Es hora de seguir hacia adelante y ver más allá de lo que nos muestra nuestro exterior y empezar a ver la esencia en todo, que a través de este tipo de enseñanzas nos va a ir dirigiendo u orientando hacia esa mirada interior.

La atención, la atención plena, la concentración, la meditación, el habla positiva, el silencio, la empatía, la compasión,...Nos acerca a lo que realmente somos, ¿pero, qué somos? Recordando la última sesión, en la que Sofia nos planteó ¿la historia del bebé¿, que cuando este nace no se propone, por supuesto, dañar a ningún otro ser vivo, y nos preguntaba, ¿qué es eso que hace que una persona se vuelva dañina?¿Qué le ha ocurrido a ese bebé? Mi respuesta es que ha olvidado lo que es, y que se ha ido envolviendo en capas y más capas que han ido ocultando y a la vez olvidando su auténtica naturaleza, ¿y cuál es? Para empezar, deberás dirigir tu mirada hacia tu interior y empezarás a intuir que es de lo que te estoy hablando. Si aún así, todo esto te suena a chino, es porque nos queda un largo camino por recorrer, pero no nos preocupemos, todavía estamos a tiempo.

En fin, creo que debemos mirar en nuestro interior, y trabajar ahí, transformando nuestro interior para transformar el exterior, y de esta forma empezar a transmitir lo que queremos enseñar, es más, tenemos que volver a ese bebé quitándonos una capa tras otra hasta que volvamos a él, en definitiva, sería volver a ser bebes pero con aspecto de adultos. ¿Cómo se hace todo esto? No sé, pero si sé que hay que ser perseverante y hay que comprometerse hasta lograrlo.

Una vez terminado el curso llega la hora de reflexionar sobre lo aprendido y su utilidad. En el mundo escolar actual no solo enseñamos y aprendemos contenidos académicos sino competencias y valores. Es en este campo donde el presente curso halla su utilidad. Los profesores somos modelos de comportamiento para nuestros alumnos que inconscientemente nos imitan.
Por otro lado, pienso que este tipo de cursos son muy prácticos para desempeñar con éxito nuestra labor como gestores de grupos humanos, siendo éstos a veces más complicados por tratarse de adolescentes, muchas veces poco motivados o que llevan consigo los problemas sociales que tienen en casa.
En este sentido me gustaría proponer como sugerencia de mejora, una mayor variedad de actividades para mejorar la convivencia y la gestión de grupos con adolescentes.

A lo largo del curso, hemos trabajado aspectos relacionados con nuestras emociones, hemos trabajado sobre ellos y lo hemos trasladado a nuestro alumnado. Las actividades desarrolladas a lo largo del curso se continuarán trabajando el próximo curso , con el fin de crear una consecución de objetivos en el tiempo. Lo ideal sería que el próximo curso se continuara trabajando en la misma línea y se profundizaran contenidos, ampliando los materiales y técnicas de trabajo con el alumnado en clase. Creo que sería un aspecto muy positivo para la convivencia en el centro y para trabajar la inteligencia emocional, tanto del profesorado como del alumnado.
Además, me gustaría agradecer a Sofía Marbán y Javier González, su trabajo y buen hacer, tanto con nosotros como con el alumnado.

Esta formación ha sido muy positiva tanto para el Claustro como para los alumnos.
Nos ha dado herramientas muy útiles para nuestra práctica docente y también a nivel particular.
Dedicar unos minutos a la relajación de la clase ha facilitado la concentración del alumnado y eso se traduce en un mayor aprovechamiento de las mismas. El habla positiva , el rincón de relax, las normas de clase, la actividad del árbol, todas han sido de gran ayuda y muy bien acogidas por los alumnos.
He aprendido que se puede trabajar de forma más consciente, relajada y eso beneficia mucho al alumnado. Aún me queda muchisimo camino y espero poder seguir formándome.