¿Qué podemos hacer para trabajar la competencia comunicativa entre nuestro alumnado?
Remontémonos al origen de la pregunta. Como cada miércoles, nos reunimos y comenzamos a compartir aquellas inquietudes que suscitaban nuestras clases. Nos fuimos dando cuenta de que nuestro alumnado necesitaba romper una barrera que le imposibilitaba expresarse correctamente. Así, empezamos a plantearnos qué podíamos hacer para trabajar las destrezas lingüísticas en nuestra escuela. Fue entonces cuando... comenzó el juego.

¿Y si hacemos el I certamen literario?
De esta iniciativa tomada por Javier el curso pasado parten una serie de ideas, propuestas e ilusiones que se terminan materializando en la puesta en marcha de ¿Hacia un PLC de centro¿. La realización del certamen literario permitió a nuestros alumnos y alumnas compartir experiencias de vida y anécdotas del pueblo. La participación activa de los estudiantes dio lugar a la reflexión, la expresión de sentimientos y emociones y la organización de un discurso escrito como nunca antes lo habían hecho. En resumen, la actividad fue un éxito. Ésto despertó en nosotros, los maestros y maestras, el deseo de querer llegar más lejos.

¿Y si usamos la radio en desuso del pueblo para hacer un programa desde la escuela? ¿Y si hacemos un periódico?¿Y si creamos un concurso de debates? ¿y si...? Surgen grandes y ambiciosas iniciativas, pero como dice nuestro director, tenemos que empezar a establecer unas líneas de trabajo, fijar unos objetivos, y dar forma a nuestra finalidad común; fomentar la competencia comunicativa. De esta manera, hablamos con nuestro asesor del CEP, Marco, que nos propone hacer una formación en centro encaminada a diseñar un PLC que nos ayude a cumplir dicho objetivo, ¿y qué hacemos? pues decidimos lanzarnos a la piscina.

Sabemos dónde queremos ir pero... ¿cómo llegamos?
Aunque surgen muchas propuestas de trabajo, algunas resultan ser poco viables teniendo en cuenta las características de nuestro alumnado y los recursos de nuestro centro. Nos marcamos unas actuaciones de trabajo como: trabajar las tipologías textuales, fomentar el uso de la biblioteca del pueblo, poner en marcha el II Certamen Literario, etc. En clase, se trabaja mucho la expresión tanto oral como escrita. Como bien apuntan mis compañeros, el alumnado presenta un miedo escénico a hablar en público. No obstante, aprender una lengua implica desarrollar un grado de competencia en comunicación lingüística en cada una de sus destrezas. Teniendo en cuenta este aspecto, se ponen en marcha unos mecanismos en clase tales como: la pelota saltarina, que ha sido muy útil en el aprendizaje del respeto de turno de palabra ya que sólo podía hablar la persona que tuviera la pelota durante la realización de la dinámica; representación de diálogos (role-plays), escritura creativa haciendo uso de los rory¿s story cubes entre otros recursos, descripciones orales de imágenes, exposiciones orales grupales, y mucho más.

¡Estamos confinados! ¿Ahora qué hacemos?
Muchas propuestas organizadas para el final del segundo trimestre y el tercer trimestre se ven anuladas o modificadas por la situación planteada por el COVID-19 y que afecta no sólo a nuestro país, sino al mundo entero... y ahora, ¿qué hacemos? Pues no nos rendimos. El alumnado no llegó a visitar la biblioteca municipal, pero la mayoría cuenta con su acceso virtual con el que puede hacer préstamos de libros de la biblioteca virtual de Andalucía, ¿Qué mejor plan para días de cuarentena? También se aprovecha la celebración del día del libro para fomentar la lectura y se lanza un reto en el que los alumnos y alumnas se graban recomendando diferentes obras literarias y autores/autoras.
Las clases virtuales por videoconferencia han resultado ser una baza para el desarrollo de las competencias orales.

Pero no todo ha sido fácil...
La dificultad de trabajar cooperativamente limita en ocasiones el desarrollo de la competencia comunicativa. Propongo para el curso que viene fomentar el trabajo en equipo a través de la puesta en práctica de metodologías activas.
Tampoco la situación planteada por la pandemia ha facilitado las cosas. Una gran parte de nuestro alumnado no ha podido seguir una formación debido a la falta de recursos de los que dispone y el gran desconocimiento en el manejo de las TICs y TACs.

En definitiva, vamos por el buen camino. Se han apreciado resultados positivos entre nuestros alumnos y alumnas, los cuales han mostrado un alto grado de motivación en la consecución de las prácticas realizadas. Nuestro punto fuerte, ha sido, es y será que todos y todas vamos remando en la misma dirección pensando que el año que viene habrá más y mejor.