Pasos a seguir ...
- Fase final
- Grado de consecución de los objetivos
- Logros más significativos en el centro tras la transferencia de lo aprendido
- Logros más significativos en cada aula tras la transferencia de lo aprendido
- Productos, evidencias de aprendizaje, que se han generado
- Dificultades encontradas
- Oportunidades de mejora
Fase final
Nos propusimos esta formación en centro, dada nuestra preocupación por mejorar el clima de convivencia en la Residencia Escolar, entendiendo que, la mayoría de los conflictos que surgen entre nuestro alumnado, se deba a pocas habilidades en el manejo de las propias emociones y en entender las de los demás.
Muchos de los objetivos propuestos en este proyecto se han alcanzado de forma satisfactoria, ya que, aunque nos ha faltado tiempo para trabajar muchos contenidos dada la situación de excepcionalidad creada por el COVID-19, hemos podido ir viendo cómo la convivencia ha ido mejorando poco a poco.
Nos hubiera gustado poder continuar hasta el final con el proyecto, ya que hemos recibido la formación por parte del ponente en este ámbito, sobre las emociones en los jóvenes, y nos hubiera gustado poderlas poner en marcha con nuestro alumnado. Así como adquirir nosotros, los docentes, una mejor y más completa formación.
Logros más significativos en el centro tras la transferencia de lo aprendido
Dado que veíamos el aprendizaje en Inteligencia Emocional, algo fundamental en nuestro contexto educativo, hemos intentado hacer llegar este aprendizaje de forma generalizada a cada uno de los espacios de aprendizaje y trabajándola de forma transversal en todas las situaciones de aprendizaje en las que ha sido posible.
Consideramos que la aplicación en el contexto educativo ha sido satisfactoria, teniendo que el equipo docente al completo ha trabajado a nivel de aula y de centro, potenciando valores de respeto y empatía para hacer de nuestro centro un espacio de convivencia pacífica.
Los objetivos que nos habíamos planteado para trabajar a lo largo de este proyecto, fueron los siguientes:
- Mejorar el clima de convivencia e intentar prevenir y solucionar los conflictos escolares que se puedan presentar.
- Contribuir y potenciar el desarrollo integral del alumnado potenciando y haciendo hincapié en el desarrollo de habilidades sociales.
- Desarrollar en el alumnado la adquisición de valores relacionados con el respeto, la paz, la responsabilidad, la colaboración,¿
- Potenciar en el alumnado la identificación de las distintas emociones en uno mismo y en los demás, así como desarrollar la escucha activa, elementos fundamentales para prevenir conflictos.
- Establecer en el alumnado estrategias de resolución de conflictos de forma pacífica y democrática.
- Elaborar, seleccionar y secuenciar actividades a desarrollar para que el alumnado aprenda a gestionar de forma positiva determinadas emociones.
- Llevar una línea común en todo el centro para trabajar la Inteligencia Emocional.
- Realizar actividades a nivel de centro, implicando a toda la Comunidad Educativa en torno a la Convivencia.
- Crear un banco de recursos dotado de material relacionado con la aplicación de distintas estrategias y lectura relacionada con la Inteligencia Emocional.
Estos objetivos se han ido trabajando hasta el mes de marzo que se decretó el Estado de Alarma por COVID-19, a través de una serie de contenidos:
- Las emociones básicas: Alegría, tristeza, ira, miedo, sorpresa y asco.
- La conciencia de las emociones de uno mismo y de los demás.
- Expresión de emociones en diferentes situaciones.
- La autoestima.
- La empatía.
- Las Habilidades Sociales: Escucha activa, asertividad, capacidad de negociación, cortesía y respeto.
- Resolución Pacífica de conflictos.
Productos, evidencias de aprendizaje, que se han generado
Como hemos ido comentando, la Inteligencia Emocional se ha ido trabajando a nivel de centro y de aula, de forma transversal y con actividades planteadas expresamente para trabajar los contenidos que hemos citado con anterioridad.
Nuestro centro ya contaba con un taller de Inteligencia Emocional antes de iniciarnos en esta formación, el cual cuenta con un horario de atención por grupos de alumnos y alumnas en los que se tiene en cuenta la edad e intereses personales. Seguimos trabajando en este espacio, ya que consideramos es bastante beneficioso para el alumnado ya que cuenta con rincones de ¿calma y relajación¿ que hace que se sienta más cómodo a la hora de expresar emociones y sentimientos y mantener conversaciones de una forma más distendida.
Así mismo, se han organizado otras muchas actividades a nivel de aula y de centro, tales como:
- Asambleas en el aula, en las que se habla y/o debate sobre alguna situación que haya provocado un conflicto o una mala conducta.
- Taller de pulseras de hilo, confeccionadas con motivo de alguna efeméride para celebrar, como el Día Internacional contra la violencia de género.
- Taller de Hama Beads, en la que se han creado Emojis con las emociones básicas.
- Feria de la Amistad: se organizó un espacio común dividido en distintos stands en los que se realizaron actividades relacionadas con la expresión de emociones y sentimientos hacia l@s amig@s.
- Lectura de cuentos en el Taller de Inteligencia Emocional: ¿Emocionario¿, ¿El monstruo de colores¿. (Con el alumnado de menor edad).
- Visualización de imágenes e ilustraciones en las que luego han tenido que expresar que les transmite, que representa para ell@s. (Tutorías de alumnado de Secundaria).
- Visionado de cortos y películas relacionadas con el tratamiento de las emociones.
- Murales hechos a partir de mandalas hechos de forma individual y que luego se unieron para formar palabras sobre valores.
Dificultades encontradas
Como comentábamos en la Fase Inicial del Proyecto, nos encontramos con un alumnado procedente de contextos sociales y familiares desfavorecidos, en los que predomina a escasa relación de comunicación y de expresión sobre sus pensamientos, emociones e intereses. Por todo esto, trabajar la Inteligencia Emocional con este alumnado se hace un poco complicado, ya que suele mostrarse reacio y con poca iniciativa en actividades que impliquen expresar sus emociones, aunque poco a poco se van abriendo más y reaccionan más positivamente al planteamiento de este tipo de actividades.
Como otra dificultad, que en este caso se ve aún más acentuada por la situación de excepcionalidad por el COVID-19, es la falta de tiempo del que se dispone para llevar a cabo los objetivos planteados, ya que hay que compaginar con los otros planes y programas que desarrolla el centro.
Oportunidades de mejora
Aunque creemos que durante esta formación y el transcurso del curso hemos avanzado bastante en la implementación del desarrollo de la inteligencia emocional, a través de nuestra propia formación como docentes en este campo, el enriquecimiento del Taller con más recursos materiales y la puesta en marcha de diversas actividades y dinámicas, consideramos que podríamos establecer algunas propuestas de mejora:
- Aumentar las horas de formación en Inteligencia Emocional y Resolución de Conflictos.
- Continuar con la formación en Mindfulness y Yoga.
- Ambientar con mayor diversidad de materiales el aula destinado al Taller de Inteligencia Emocional.
- Crear un pequeño rincón de la ¿Calma y Relajación¿ en cada una de las aulas, para poder trabajar las emociones y la resolución de conflictos en el contexto y situación inmediatos.
- Crear un espacio en el patio de recreo que sirva como lugar en el que poder resolver los conflictos de una forma pacífica, en los que prevalezca la palabra y la empatía.
- Mantener comunicación con otros centros que también trabajan la Inteligencia Emocional y así compartir e intercambiar ideas y experiencias positivas.
- Levar a cabo con el alumnado las técnicas y estrategias para la mejora de la convivencia en el centro, basadas en el conocimiento de las propias emociones y el reconocimiento de las de los demás.