De la primera sesión de la formación sobre la convivencia, lo más destacado para mí, ha sido mirar al alumnado de forma más abierta, no quedarnos con las actitudes disruptivas y negativas e intentar comprender el porque de estas actitudes (siempre hay una razón) y resetear las veces que sea necesario.
También la necesidad de la educación en las emociones, desde el profesorado hasta el alumnado, el profesorado debe conocer sus emociones y como gestionarlas para así poder enfrentar al alumnado a diversas emociones y poder enfrentarse a ellas y gestionarlas de la mejor manera.
Desde infantil, trabajaremos las emociones básicas (alegría, tristeza, enfado, miedo) a través de varios cuentos y intertar reconocerlas en uno propio y los demas y verbalizarlas.