Los alumnos de francés han trabajado la interculturalidad a lo largo de todo el curso. Se han trabajado más en profundidad las fiestas y tradiciones, así como la gastronomía.

Contábamos con la ventaja de que en el aula teníamos alumnos de distintas nacionalidades. Esto ha permitido que los objetivos marcados pudiesen cumplirse, entre ellos conocer aspectos relacionados con la cultura de sus compañeros, favorecer el clima de confianza y ser capaz de hablar de la propia cultura y de la cultura extranjera con respeto. Estos aspectos se han trabajado tanto de forma escrita como oral, permitiendo las exposiciones en clase para presentar los proyectos que los propios alumnos habían elaborado. Así pues, el logro más importante ha sido que los estudiantes han conocido aspectos de otras culturas y han demostrado respeto ante lo desconocido. En cuanto a la producción oral, el alumnado también ha respetado las exposiciones de sus compañeros, sin hacer ningún gesto ni comentario inapropiado.

Los productos y evidencias de aprendizaje se han presentado durante la clase de francés, se han colgado en el pasillo y, durante el período de confinamiento, a través de la plataforma desde la que hemos trabajado.

En cuanto a las principales dificultades, cabe destacar la dificultad de los alumnos para decidir qué presentar en clase que pudiese resultarle interesante al resto de compañeros, además de las dificultades lingüísticas que siempre existen en las clases de idiomas.

Como propuesta de mejora, me gustaría poder trabajar la interculturalidad en cada una de las unidades, no sólo en aquellas relacionadas con fiestas, tradiciones y gastronomía. Los alumnos se sienten muy motivados a la hora de conocer la cultura de sus compañeros extranjeros y aumentan su confianza a la hora de hacer una exposición oral en clase, puesto que hablan de aquello que realmente conocen y no tienen que aprenderse de memoria un texto que no les interesa.