La Cocinasol la contruí siguiendo uno de los planos y la propuestas que nos facilitó José Antonio Moyano, coordinador del curso. Simplemente con cartón reutilizado, un poco de papel de aluminio, cola, tres tornillos tambén reutilizados en este caso, un bote que se escapó de ir al reciclado y que pinte de negro mate, y media botella de plástico para crear efecto invernadero optimizando el proceso.
Lo interesante era comprobar si eso tan simple podía ser efectivo. Primero calenté solo agua y bien; calentaba hasta la ebullición modesta.
Pero la prueba de hierro vendría cocinando de vardad. Llené el bote con los ingredientes para hacer un plato de lentejas. Ciertamente las limitaciones eran evidentes, la cocina estaba hecha toscamente de acorde a los materiales usados además de unas dimensiones muy ajustadas para recoger la radiación solar. Pero cual fue mi sorpresa cuando comprobé que las lentejas se habían guisado perfectamente, doy fe de ello. He echo un PDF con algunas fotos que subiré a "Documentos/Enlaces" bajo el nombre "Cocinasol con lentejas.pdf".
En definitiva, esta experiencia me ha servido para comprobar por mí mismo que el aprovechamiento de la energía no contaminante no requiere de grandes tecnologías. El abanico de posibilidades que se abren de cara a la aplicación didáctica de esto es inmenso no solo por que se puede abordar de forma conjunta desde distintas materias curriculares, sino porque permite la educación en valores imprescindibles para la sotenibilidad en el futuro en un sentido muy amplio.