Antes de la situación excepcional, se han podido llevar a la práctica algunas técnicas aprendidas dentro del aula, valorando esta experiencia por todos los los maestros como positiva. Se ha apreciado un buen clima en el aula durante su desarrollo de las mismas, los alumnos han respondido bien, han participado motivados y se han mostrado colaboradores. Pero se valora, que se necesita regularidad en el uso de esta forma de trabajar dentro del aula, porque se ha apreciado lo que ya en el curso hemos visto, que algunos alumnos se "esconden" en el grupo y no participan, y otros lo lideran y hacen todo.

A todos esta formación nos ha abierto una puerta para salir del la metodología convencional, al menos algunas veces, y conocer otras formas de presentar a los alumnos las tareas. Salir de la comodidad de lo que ya sabemos y probar otras metodologías.

Sin embargo, la formación ha parecido corta. Se ha valorado como lúdica, práctica y divertida, pero algunos maestros no se encuentran con total seguridad para llevarlo con frecuencia al aula. Por ello proponen sesiones de formación dentro del aula, con los alumnos reales y más profundización teórica.
También se propone orientaciones concretas para aplicarlo en las distintas áreas y en los distintos niveles, desde infantil hasta educación secundaria.

En cuanto a la organización, un maestro ha echado en falta en algún momento algo más de dinamismo o motivación para llevar a los participantes hacia los objetivos.

Ha habido una maestra que no le ha gustado la dinámica de las sesiones, no le ha parecido claro el contenido,dando sensación de caos y no concreción.

Como oportunidades de mejora, cabe descatar entre todos los participantes, más horas de formación y una formación práctica con los alumnos en el aula. Además de visualizar vídeos de experiencias que se estén llevando a cabo en otros coles y algo más de contenido teórico.