Llevo años usando el cuaderno SENECA, y me iba bastante bien. Actualmente confieso que estoy desencantado porque la evaluación criterial me impide ponderar los criterios según el instrumento de evaluación, lo que considero un error y me obliga a mi propia hoja de cálculo (de nuevo).
Otra cosa es que una vez que he experimentado la evaluación por criterios, considero indispensable separar la ESO de Bachillerato. Tengo hasta 160 criterios para evaluar en la materia "Fundamentos del Arte II" de 2º Bachillerato, y lo más eficiente es agrupar los criterios por bloques, y evaluarlos de manera masiva. Esto me lleva, de nuevo a llevar mi propia hoja de cálculo. Total: sigo con mi metodología habitual y este sistema solo ha conseguido complicarme la vida y hacer más opaca la evaluación para el alumnado y las familias.
En 4º ESO con Educación Plástica no tengo esta dificultad: hay muchos menos criterios, no hago exámenes y todos los trabajos cuentan aritméticamente. Eso sí, creo que para el profesorado y para comunicar eficientemente tu manera de evaluar es aconsejable agrupar los criterios en sus bloques.
Una dificultad importante es que no se puede registrar la evolución del aprendizaje mediante la evaluación de cada trimestre, puesto que no está contemplada la recuperación. Solo se puede borrar la calificación anterior y sustituirla por otra.