1. Grado de consecución de los objetivos

El grado de consecución de los objetivos que nos habíamos propuestos para este curso se ha conseguido y ha sido óptimo casi en su totalidad por la mayoría de los componentes del grupo.

El desarrollo de los objetivos básicamente se ha centrado en la formación del profesorado tanto a nivel personal (asistiendo a cursos del CEP) como a nivel de claustro, recibiendo formación externa en el propio Centro y facilitando las dinámicas de grupo, lo que ha incrementado la comunicación e intercambio de herramientas y recursos para el trabajo de las EMOCIONES con el alumnado.

Debido a la situación tan excepcional que estamos todavía padeciendo toda la Comunidad Educativa y al no haber podido reanudar nuestra labor docente, no se ha podido completar del todo algunos de los objetivos propuestos al finalizar este tercer trimestre y es la puesta en práctica en el aula de todo lo aprendido, así como iniciar un acercamiento de la INTELIGENCIA EMOCIONAL al ámbito familiar.

 

2.   Logros más significativos en el centro tras la transferencia de lo aprendido

Tras las diferentes sesiones realizadas, se plasma una buena participación de todo el equipo docente y esto nos da elementos tanto para la reflexión individual como colectiva, que tan esenciales se hacen en nuestras clases para reconducir problemáticas, dificultades y cubrir necesidades de índole emocional. Por tanto, nuestro logro más significativo es seguir trabajando en equipo, diseñando actividades colectivas y propuestas pedagógicas interesantes para todo el Centro y en definitiva, encaminada a la educación integral de nuestro alumnado.

 

3.   Logros más significativos en cada aula tras la transferencia de lo aprendido

Los logros que se han ido consiguiendo a lo largo del curso se han visto reflejados principalmente en cada una de las actividades que desde los diferentes Planes y Programas del Centro han propuesto nuestros coordinadores y en los cuales nuestro alumnado ha participado con entusiasmo y esmero.

Además, los logros en muchos casos han surgido de integrar en nuestra acción docente lo emocional, esto nos ha permitido reconducir el clima de convivencia y la mejora de los resultados, pero poniendo más énfasis en los procesos, de ahí el papel tan crucial que ha jugado la educación emocional, pues se evidencia un alumnado formado integralmente.

 

4.   Productos, evidencias de aprendizaje, que se han generado

A través de nuestro Proyecto de Formación en Centros, se han generado como no podía ser de otra manera, muchas evidencias de aprendizaje tanto en el profesorado participante como en el alumnado receptor.

Han sido muy eficaces las intervenciones desde el punto de vista tanto teórico como empírico y los materiales e ideas presentadas nos han servido como recursos indispensables para llevar a la práctica distintas estrategias.

Quizás lo más relevante de la temática trabajada ha sido tomar conciencia de la necesidad de establecer en el aula un ambiente afectivo y de confianza, donde nuestro alumnado pueda desarrollarse integralmente, todo este escenario va a condicionar el bienestar tanto del docente como del discente. Finalmente este clima propicio favorecerá también tanto las relaciones interpersonales como el fomento de los distintos tipos de aprendizajes.

 

5.   Dificultades encontradas

En general las dificultades que hemos encontrado se han generado durante el tercer trimestre, ante la situación excepcional que todos hemos padecido de confinamiento en casa y la no asistencia a clases presenciales, lo cual ha provocado que toda la Comunidad Educativa se vea afectada en mayor o menor medida.

 

6.  Oportunidades de mejora

Las propuestas de mejora se sustentan entre otras, en seguir realizando tareas, actividades o dinámicas prácticas, con aportaciones de los distintos participantes del Claustro, entrando así en una fase del Proyecto, es decir, una fase experimental, donde nosotros los docentes realicemos sesiones prácticas con los diferentes elementos de la Educación Emocional.

Otro aspecto susceptible de mejora y que algunos compañeros han señalado, es la necesidad de que las familias participen a través la creación de una Escuela de padres y madres, dado que éstas son los primeros referentes de nuestro alumnado y que además la mayoría no posee formación en Inteligencia Emocional, para poder contribuir de forma positiva en la educación integral de sus hijos. Sería así, la forma más constructiva de darle continuidad a nuestro Proyecto.

En definitiva, el camino no es fácil, pero el profesorado tenemos un papel relevante en esta sociedad y no podemos mirar para otro lado, por ello debemos contribuir con nuestra labor profesional de la mejor manera posible y con CORAZONES EMOCIONADOS.