Voy a comenzar mi segunda entrada dándole las gracias a la ponente Ana por su poder de atracción a la hora de exponernos buenas prácticas y cantidad de herramientas para resolver conflictos dentro del aula y el buen ambiente reine dentro de mi clase y grupo. Así, como es sabido por todos y todas, se trabaja mucho mejor y nuestro alumnado se beneficia.
En mi grupo, al ser tutora de un segundo de primaria, intento abogar por resolver los conflictos a través del diálogo, del llegar a un acuerdo, de la empatía. Ello, me permite a la vez, trabajar y practicar distintos valores, aprender a convivir en armonía regulando sus reacciones emocionales.
Intento, como bien nos dijo Ana, que los niñ@s sean los que se encarguen de negociar la mejor solución posible para ambos del conflicto o disputa en cuestión. Pero a veces, es necesario adquirir el papel de mediador y darles ciertas pautas, orientaciones y ponerles en una situación similar para que puedan llegar a un acuerdo y aprendan, piensen y reflexionen de las consecuencias. Es necesario ayudarles debido a que su madurez psicológica y de personalidad aún no es serena ni objetiva.
Estoy llevando a cabo la resolución de conflictos mediante la mediación y de momento los resultados son satisfactorios. Permite a mi alumnado contar su versión de lo ocurrido, a buscar y desarrollar algunas soluciones posibles y a elegir aquella mediante un acuerdo o consenso.
No la he podido practicar, pero quisiera llevar a cabo la resolución de conflictos mediante la dramatización de situaciones conflictivas que o hayan tenido lugar a lo largo del curso o que pudieran producirse. Así desarrolla mi grupo la actitud empática. Y llegado el conflicto, podrán anticiparse al problema, prevenir y poner remedio.
Para finalizar mi entrada, reiterar la excelente exposición de la ponente y que deseo seguir aprendiendo a convivir por y para el buen funcionamiento de mi alumnado y mi grupo.