Las asambleas pedagógicas que realizamos tras leer sus artículos recomendados nos animaron aún más para avanzar en esta nueva andadura. Continuaremos esperando estas sesiones en las que poder plantearles nuestras dudas, en las que compartir con los niños y niñas bocetos, ideas, etc. 

El objetivo 2 que hace referencia a la implicación de la comunidad educativa  se consigue y no se deja de trabajar en cada una de nuestras intervenciones porque consideramos que familia y escuela han de caminar de la mano en una misma relación lineal. La escuela no educa sola. En la asamblea de  bienvenida llevada a cabo en Octubre, familias, alumnado, profesorado y agentes externos trabajamos conjuntamente en uno de los grupos que tenía como temática el patio del cole. Ahí recogimos propuestas, inquietudes, posibles formas de hacer, etc, para iniciarlas durante este curso. Por  otro lado, en la convivencia de Los Montes de Málaga, organizada por el AMPA, hubo conversaciones muy interesantes en torno a la necesidad de naturalizar el patio y de las numerosas aportaciones que la naturaleza hace a la infancia. También reflexionamos sobre la pedagogía Montessori, de la que nos interesa la perspectiva sensorial enfocada a la escuela primaria y esa búsqueda de naturalización de interiores.

En relación al objetivo 3, hemos podido observar una diversificación de espacios y materiales, con lo que la oferta se ha ampliado y, por tanto, hay una variedad significativa de opciones a elegir. Si contamos sólo con pelotas en las pistas, sólo promoveremos el movimiento, aspecto que no todo el alumnado busca para el rato de patio. Cada criatura es diferente y necesita diferentes cosas para sentirse bien. Es nuestro deseo que niñas y niños disfruten al salir al recreo, por lo que la oferta debe ser variada, debe haber sombra, zonas soleadas, espacios tranquilos y otros que demanden movilidad.Resulta hipnotizador observar a las criaturas  jugando tranquilamente en el jardín haciendo bolas de barro por ejemplo, organizándose, compartiendo, turnándose,¿comparando volúmenes, ajustando proporciones para hacer mezclas. La zona de la cocinita también nos da un claro ejemplo de juego cooperativo y calmado. Por otro lado, la pista se convierte en un continuo ir y venir fugaz de carreras. 

Respecto al objetivo 4, lo considero trabajado y conseguido. En la filosofía del Gracia,el alumnado ocupa el primer lugar, sabe que es escuchado y tenido en cuenta para trabajar y tomar decisiones. Las dos coordinadoras de alumnado llevadas a cabo son muestra de ello, así como las asambleas de aula que se han ido desarrollando previamente. Las niñas y niños comprueban que sus aportaciones sirven, que sus propuestas, tras ser reflexionadas, consensuadas, se llevan a cabo. Los  compromisos que adquirimos como grupo, como aula, como nivel, no caen en saco roto. Al igual que las maestras y maestros somos modelos en la lectura para las niñas y los niños, si hacemos las cosas con sentido también intentarán imitarnos en esto. Tenemos presente que lo que funciona crece y los cambios del patio son un claro ejemplo de ello.

Para comprobar si el objetivo 5 se ha conseguido, sólo habría que dar una vuelta por cada entreplanta para observar el verdor natural que, con gusto se ha ido instaurandoaunque, por desgracia no podemos hacerlo. Dentro de las clases también se han sumado maceteros,  jardines verticales y vasitos con semillas para despertar la curiosidad hacia las plantas en infantil. En el patio chico se han abierto dos alcorques con sus respectivos árboles y se han plantado aromáticas.

Logros en el centro y en las aulas.

 Al entrar al Gracia podemos recrearnos observando el Jardín de los Sueños que incorporamos hace unos cursos y con el que todas las tutorías siguen trabajando. Las zonas de sombra que se han creado hacen las delicias de grandes y chicos, lecturas compartidas, juegos de trasvase, búsqueda, investigación hacen de ésta una zona muy habitada.

Continuamos por el patio y nos encontramos las pistas deportivas, que se usan par hacer deporte y para mucho más. El reparto de grupos, materiales y disciplina está recogido en el tablón de entrada. Son los niños y niñas quienes deciden y consensúan en la coordinadora de alumnado estos asuntos. Al lado, encontramos el huerto, que apadrinado por los mayores aunque cuidado por todos, nos ofrece productos y nos acerca al campo que muchos desconocen.

Antes de entrar al edificio vemos la zona de los naranjos, habilitada el curso pasado. Durante este curso se han añadido unas celosías en las paredes y unos jardines verticales construidos con palets. Estos jardines tienen un sistema de riego para sus plantas creado con material reciclado. La clase de 4º es la responsable del cuidado de este espacio.

 

Contamos en el patio grande con jardín, zona de construcciones de madera, cocinita con utensilios, armario de lectura, sala de juegos de mesa, pistas deportivas en las que se alternan balones de baloncesto, fútbol, foursquare, combas, elásticos, zona de mesas de picnic, etc.

 

En el patio chico se ha creado el gran arenero donde grandes y pequeños comparten juegos y saberes. Fue poco tiempo el que pudimos disfrutar de la apertura de este patio para que, tanto mayores pudiesen entrar como pequeños, salir. La mezcla de edades es un recurso muy utilizado en el Gracia y, para el patio lo estábamos empezando a poner en práctica. En las paredes de ladrillo hay plantas colgadas y son los niños y niñas de 4 años quienes se encargan de cuidarlas. El grupo de 3 años se responsabiliza de mantener ordenado el material del arenero. El alumnado de 5 años es quien mantiene la sala ordenada, espacio que se abre en la hora del recreo con juegos de mesa.

Continuamos el paseo y observamos diferentes rinconcitos verdes en las distintas entreplantas y zonas comunes, como la biblioteca, por ejemplo. Dentro de cada clase hay espacios que nos acercan un poco más a la naturaleza, rincones con elementos naturales, semillas, arena,¿

 

Evidencias de aprendizaje

La mayor evidencia que podemos ver es el aumento en la demanda de salidas al campo. Con cada clase solemos hacer salidas al monte que hay cerca del colegio de manera puntual y, sin embargo son muchas las peticiones para que éstas se repitan a diario. Quieren seguir investigando cómo colocar los troncos para que se mantengan, descender una pendiente, controlar nuestro cuerpo ante una rampa natural, ayudar a un compañero que teme no poder subir, deslizarse por un tobogán de tierra, explorar raíces, observar las copas de los árboles, los pájaros, las ardillas, escuchar y oler la naturaleza, para los más temerosos, andar y correr sobre terreno no tan firme, notar la hierba rozando las piernas, buscar bichitos debajo de las piedras, recoger palitos, hojas, piñas, arena y seguir trabajando y aprendiendo con ellas en clase.

 

De las actuaciones que planificamos se han quedado sin hacer las relacionadas con las sesiones de formación externa, por  lo que no ha habido un diseño global del patio, no se han llevado a cabo talleres con las familias ni con el alumnado. Tendremos que buscar plan B con Carme, José y Esperanza.

 

Dificultades

 

Han sido varias y de diferente índole. Este confinamiento ha hecho que la formación quede incompleta faltando la parte que consideramos más importante. Por otro lado, actuaciones como la recogida de actas de las asambleas de aula y otros archivos permanecen en el cole en formato papel al ser anotaciones de los propios niños y niñas, por lo que no han podido registrarse en colabora.

Comparto con el resto compañeros y compañeras la dificultad de gestionar económicamente muchas de las modificaciones planteadas.

Por último, añadir en este apartado, la dificultad del sistema de certificación, el programa requiere a menudo, un tiempo que, con freceuncia nos falta.

A modo de conclusión, me gustaría decir que, gracias al equipo docente del Gracia, ésta y otras formaciones hacen que crezcamos como profesionales y como personas, las reflexiones compartidas llenan nuestra mochila con plumas del saber, que no pesan ni ocupan lugar pero si sirven para acariciar la mente.