Pasos a seguir ...

  • Memoria
    • Grado de consecución de los objetivos
    • Nivel de interacción entre los participantes
    • Grado de aplicación en su contexto educativo
    • Recursos, bibliografía y materiales utilizados
    • Efectos producidos en el aula tras la transferencia de lo aprendido
    • Productos, evidencias de aprendizaje que se han adquirido
    • Destacar aspectos que hayan resultado interesantes
    • Destacar aspectos susceptibles de mejora

Memoria

Resultados obtenidos en relación con los objetivos propuestos y/o modificados.

 

Teniendo en cuenta los objetivos que nos marcamos en la planificación del proyecto procedemos a valorarlos:

 

Objetivos

  • Promover una formación que nos posibilite la actualización de nuestras herramientas y recursos docentes, trabajando desde los principios de aprendizaje cooperativo.

  • Acercarnos al tratamiento de las distintas competencias, en particular a la competencia digital, lingüística y aprender a aprender.

  • Formarnos en metodologías activas desde el ABP.

  • Fomentar el aprendizaje cooperativo.

 

Valoración:

Consideramos las metodologías activas esenciales para llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje dentro de las aulas, que nos permite ir introduciendo conocimientos de diferentes áreas/habilidades de manera que resulten eficaces, significativos y funcionales para ayudarles a avanzar cada año trabajando un proyecto que sirva de eje vertebrador. Trabajar desde metodologías activas nos permite conseguir que los conocimientos sean vistos por el grupo como algo útil al servicio de las necesidades y no como un objeto diseccionado. Con esto buscamos que tanto alumnado como docente despierte, buscando conexiones con sus intereses y creando otros nuevos. 

Basándonos en la legislación vigente que regula el currículum de educación primaria, el aprendizaje debe ser competencial. Por este motivo, el uso de este tipo de metodologías otorga sentido al aprendizaje, desarrolla el espíritu emprendedor del alumnado, fomenta las competencias digitales y sociales del alumnado y apuesta por dar a nuestros estudiantes la oportunidad de participar en experiencias de aprendizaje donde verdaderamente tienen el foco como protagonistas, ya que desarrollan un proyecto poniendo en juego talentos individuales en pro del beneficio común.


Valoración del compromiso individual de quienes componen el grupo.

 

Partiendo de las actuaciones determinadas en el proyecto se han destinado una serie de horas, dentro y fuera del horario escolar, para llevar a cabo el desarrollo de dicho proyecto y para la elaboración de materiales por cada uno de los integrantes.

El grupo se ha reunido mensualmente, distribuyendo las tareas y roles entre los miembros con la finalidad de gestionar el funcionamiento del grupo de una forma eficiente, siempre incluyendo un punto relacionado con la formación e investigación. Además, estas sesiones han sido un momento idóneo para compartir e intercambiar las experiencias llevadas a cabo por cada uno de nosotros, tratando de ayudarnos ante las dificultades encontradas. 

Gracias a la realización de lecturas, para comprender las bases de la temática y desarrollar el proyecto, hemos podido reflexionar sobre el uso de esta metodología en el aula, viendo los beneficios y las dificultades que puede aportar a nuestro día a día e introduciendo y valorando los cambios oportunos para seguir mejorando.

Por último, señalar que todos los miembros de este grupo han mostrado predisposición ante la implementación y aplicación de esta metodología en el aula, llevando a cabo una evaluación continua de nuestro progreso y los resultados que se van logrando, aunque como nuestra formación se ha visto interrumpida, no hemos obtenido suficientes evidencias de la práctica.


Materiales realizados, documentos elaborados y otras producciones. 

 

    Consideramos que en el aprendizaje basado en proyectos, suceden muchos aspectos o elementos emergentes, ya que las preguntas a investigar por parte del alumnado, van guiando dicho proyecto, por lo que no contamos con un banco de recursos fijo y extenso debido a nuestro proceso incial de aprendizaje.

    Para iniciarnos en esta metodología ABP, la coordinadora del grupo Ana Merino, elaboró una presentación Genially con evidencias de proyectos en distintos cursos y en otros centros, así como, fuentes bibliográficas que nos aportaron la base teórica sobre el uso de esta metodología.

   

    Decidimos que el uso de rutinas de pensamiento y roles era imprescindible, así que elaboramos los documentos que se pueden encontrar en la carpeta de material. Dicha rutina de pensamiento tiene la finalidad de evocar sus conocimientos previos antes de enfrentarse a cualquier tipo de tarea, para fomentar el aprendizaje significativo y la transferencia de conocimientos. Desde que el alumno o alumna se hace responsable de a qué se enfrenta y se plantea cómo asumirlo, está tomando un rol activo dentro del aprendizaje ya que se está proponiendo cómo conseguir esos objetivos. 

Por otro lado, las tarjetas de roles (secretario, coordinador, responsable de material¿) han sido muy útiles ya que ayudan a que los alumnos tengan clara cuál es su función dentro del grupo y adquieran responsabilidades. Se busca que el alumnado adquiera el rol que más dificultades le suponga, con la finalidad de superarlas.

    Además de esto, desarrollamos un diario de trabajo y un diario de aprendizaje. En el primero de ellos, el diario de trabajo, el grupo comienza determinando qué se va a hacer, cómo lo harán, qué plazos de entrega tienen, es decir, se recoge el funcionamiento general del grupo. En segundo lugar, se lleva a cabo el diario de aprendizaje, el alumnado reflexiona diariamente (ante la actividad propuesta) sobre qué ha aprendido en cada tarea o actividad realizada. En él se incluyen no solo aspectos curriculares, también sensaciones y opiniones, todo aquello que se considere importante por parte del alumnado. (Fuente: Vergara Ramírez, J.J. (2017). Aprendo porque quiero. El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), paso a paso).

Los documentos creados de autoevaluación de grupo y coevaluación para alumnos, buscan evaluar, no calificar, ya que entendemos que calificar no nos aporta información suficiente sobre qué hemos aprendido, cómo lo hemos hecho y cómo podemos mejorar. Comprendemos que evaluar es un acto colaborativo, por lo que estas dos opciones permiten al alumnado reflexionar sobre sí mismo y sobre el grupo en esta línea. 

También para facilitar el proceso de evaluación desarrollamos una rúbrica de expresión escrita con cuatro niveles de concreción, que atiende al pensamiento crítico y creativo; uso de vocabulario: lenguaje inclusivo y variedad/riqueza léxica; estrategias: organización, conectores y presentación TIC; ortografía y gramática, y una rúbrica de expresión oral con cuatro niveles de concreción, que atiende al contenido, prosodia (vocabulario, dicción, ritmo, articulación y entonación), al lenguaje corporal (gestos y control postural) y al uso de soporte visual durante el discurso. 


Logros y dificultades en la transferencia al aula o contextos virtuales.

 

Dificultades:

  • Parte de nuestro alumnado no se ha involucrado lo suficiente en la participación porque carecían de experiencia previa (al igual que miembros docentes, de ahí la necesidad de este grupo de trabajo).

  • Grupos - clases con necesidad de mejora en la cohesión. 

  • Falta de tiempo. 

  • Como docentes, tener clases tan numerosas y ser tutoras-especialistas (menos tiempo de presencia en el aula) nos ha supuesto un mayor grado de dificultad en el desarrollo de la actividad. 

  • Nuestro centro es muy demandante en reuniones y actividades burocráticas y de actividades complementarias, lo que nos ha supuesto dificultades para realizar nuestras reuniones. 

 

Logros:

  • Acercamiento básico a principios o técnicas de aprendizaje cooperativo.

  • Diferenciar entre aprendizaje cooperativo y trabajo en grupo. 

  • Comenzar a formarnos en trabajo cooperativo como docentes. 

  • Coordinación docente-discente.

  • Como docentes, acercarnos a otra forma de trabajo más activa.

  • Romper la rutina de trabajo en clase. 

  • Asentar una mínima base de aprendizaje cooperativo con el alumnado.

  • Incidir en la mejora de la cohesión del aula. 

  • Destacar la importancia de conectar las experiencias de aprendizaje con los conocimientos previos, puesto que si no podemos relacionar lo aprendido con los conocimientos previos se hace más complejo poder recordarlas y transferirlos a otros contextos. 

  • Fomento de la autoestima e interés de un gran número de alumnado.
     

Productos, evidencias de aprendizaje que han adquirido los miembros del grupo de trabajo.

 

Debido a la situación actual, en la que se ha paralizado la actividad presencial de la actividad educativa, consideramos que este apartado queda pospuesto a su práctica. 

Hemos llevado a cabo técnicas de aprendizaje cooperativo, como lápices al centro, o el uso de tarjetas de roles, pero no nos han aportado información suficiente como mostrarnos evidencias.


Destacar aspectos susceptibles de mejora.

 

 

Siguiendo el modelo de starfish retrospective: 


  • Más de:

  • Técnicas grupales en pro de una mejora en la cohesión de grupo y sentar las bases de estructuras de aprendizaje cooperativo.

  • Coordinación de las y los docentes en pro de un mayor intercambio y una mejora en la formación.

 
  • Continuar haciendo:

  • Lectura de bibliografía.

  • Formación.

 
  • Empezar a hacer:

  • Aplicación completa en el aula.

  • Docente externa /externo al centro que nos ayude en la formación.

 
  • Parar de hacer:

  • Dejar de ver las asignaturas como conocimientos individuales para trabajarlos como un conjunto. 

 
  • Un poco menos de:

  • Burocracia y exigencias externas tipo multitud de ciclos, equipos docentes y similares, porque nos resta tiempo en esta formación que consideramos importante para nuestro centro, docentes y alumnado.

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