Este artículo se muestran tres experiencias que tienen en común:
- Finalidad: promover que los niños/-as se conviertan en lectores y productores de textos
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La importancia de crear una biblioteca de aula dinámica con una gran diversidad de tipos de libros, además de folletos, periódicos, revistas, archivadores y ficheros. Incorporando algunos trabajos del alumnado, material que los docentes incorporemos, rotar materiales con otras clases y con la biblioteca del centro. Además habilitar un sistema de préstamos y, a ser posible, un ordenador.
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Para la producción de textos, tienen que presentarse al alumnado una diversidad de materiales para escribir: folios, libretas, cuadernos, agendas, papel reciclado, lapiceros, rotuladores delgados, bolígrafos, etc. Y presentarles una diversidad de situaciones en las que tienen que leer y escribir con un fin (qué y para qué tienen que escribir)
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Los textos producidos sirven para evaluar y reflexionar sobre el proceso de aprendizaje. Además son la base sobre la cual trabajar otro tipo de competencias y/o contenidos
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Se trabaja con textos sociales y una variedad de soportes (ordenador, periódico, a mano, etc): tickets, folletos, cartas, carteles, noticias etc. Para que escribir y leer tenga un fin en cada momento
Experiencias:
Hay experiencvias que me han llamado la atención por lo interesantes que parecen como:
Conclusión:
Un cambio de mentalidad radical que puede resumirse en: los niños/-as aprenden a leer sin el ¿machaqueo de la cartilla¿. Aprender a centrarse en qué dicen los textos producidos y cómo los niños pueden decir lo que desean, teniendo siempre en cuenta la función con la que escriben en cada situación y quitarle importancia al tipo de letra que los niños utilizan.
Esto implica superar una sensación de vértico por parte del docente a este cambio metodológico y el miedo a "no van a aprender a leer" y asumir que se van a cometer muchos errores pero yo, personalmente, creo que es un cambio que debo de llevar a cabo