Tras largas horas ante la herramienta del cuaderno “Séneca”, nos hemos dado cuenta que son muchas las dudas que todavía siguen sin solucionarse y que a la larga fomenta que muchos profesores renuncien a su uso Nuestra experiencia nos dice que es más fácil aprender de personas que comparten nuestro día a día, en nuestro centro de trabajo y con un horario diseñado entre todos y para todos, donde desaparezcan las prisas, para aprender del compañero más experimentando. Creemos que es necesario, dedicar más horas de formación, en el cuaderno, hasta conseguir una madurez en el manejo del mismo.