En cuarto, este año hemos trabajado sobre la base que se estableció el año pasado. Hemos hecho grupos de 4 personas y alguno de 5. Todas las semanas se iban rotando los roles de los niños portavoz, secretario, responsable del orden etc. Lo que me ha faltado ha sido elaborar un diario que recogiera el trabajo de cada grupo. No lo hice porque veía bastante resistencia al escribir. Hemos utilizado técnicas como la de lápices al centro y sobre todo, en matemáticas el debate para la búsqueda de soluciones de problemas entre todos. En naturales y sociales hacíamos concursos dónde se hacían unas preguntas previas y los grupos competían por sumar puntos gracias a sus respuestas acertadas.
A mi me ha ayudado mucho esta forma de trabajar sobre todo para que los niños con dificultades en el aprendizaje, se apoyaran en sus compañeros más capaces a la hora de trabajar y sacar la faena hacie delante. De hecho, cuando hemos tenido que trabajar telemáticamente, estos niños han empezado a encontrar más dificultades. Por otro lado, así, se controlan entre ellos quien ha hecho los deberes y quien no, desarrollando una conciencia de grupo muy interesante para el futuro, tanto escolar como laboral.
En la fase de confinamiento me ha sido más fácil el coordinarme con los especialistas a la hora de mandar tareas comunes. Como he leído de otra compañera, las prisas del día a día nos hace más difícil la coordinación.
Me gustaría seguir formándome en los próximos años en este tema, porque veo que es una manera más solidaria y humana de aprender.