Como maestra del aula específica de educación especial no me es fácil poner en práctica las distintas estrategias que se han determinado y consensuado en el grupo de trabajo, pero, sí es cierto, que mi propio crecimiento personal-profesional, el análisis diario respecto a mi propia inteligencia emocional, y como no, la implicación real que he tenido hasta ahora en el grupo de trabajo(como una de las ponentes de la visión de educación emocional desde el enfoque de la antropóloga Alma Serra), me está ayudando día a día a construir un espacio-aula de enseñanza/aprendizaje más respetuoso con mi alumnado y más acorde con sus necesidades. Esto, me hace recibir de ellos y ellas un feedback muy positivo, al verlos felices y contentos en el aula, con ganas de seguir jugando con las nuevas propuestas, ya sean de mindfulness, de organización del aula, de estrategias de trabajo, etc.
Este proceso me está ayudando sobre todo a establecerme nuevos retos educativos, que van más allá de lo estrictamente curricular, algo que desde siempre venimos considerando esencial muchos docentes. Cada día aprendo algo nuevo en este camino, aunque aún me queda mucho por leer y aprender(jejeje)
Respecto a la participación del grupo: aunque las primeras sesiones eran más teóricas que prácticas( ya que se hacía esencial un conocimiento básico de las teorías sobre inteligencia emocional, el apego, la neuroeducación y el funcionamiento del cerebro del niño/a, etc.), el grupo siempre se ha mostrado ávido de conocer y experimentar. La puesta en práctica en el aula es algo más complicada, ya que precisa de un trabajo personal previo, que requiere su tiempo, y, además, se necesitan establecer los vínculos entre las distintas líneas de trabajo que se están aportando, para hacer un consenso final que organice el trabajo para el próximo curso. Desde luego, material para trabajar hay mucho y, desde años anteriores se han ido trabajando en las aulas parte del mismo, ahora queda recopilar todo lo que se vaya consensuando y coger energías para seguir configurando un centro donde se respire educación emocional en cada rincón del mismo.
En cuanto a la implicación personal: he sido ponente en las 4-5 sesiones primeras y he ofrecido materiales sobre lo tratado( acorde al curso de formación de Alma Serra). Ahora, junto con otras tres compañeras vamos a recopilar una batería de actividades organizadas por ciclos( que tendremos lista a final de curso). A partir de ahora, como integrante del grupo que recibe la formación estoy esperando con ganas la sesión de aprendizaje cooperativo, ya que esta estrategia es básica para construir un aula como un espacio que facilite el desarrollo integral del alumnado.