Una vez concluida la actividad toca hacer una pequeña reflexión. El principal logro conseguido es haber sido capaz de aunar toda una serie de actuaciones que se estaban llevando a cabo de forma dispersa, consituyendo el principal eje de actuación del centro. Son actuaciones que a partir de ahora se podrán realizar de forma ordenada, complementándose unas con otras y todas dirigidas a conseguir los mismos objetivos.
Algunas de estas actuaciones ya han sido puesta en práctica en clase con resultados muy positivos como por ejemplo:
-La reflexión de manera sosegada y tranquila de determinada actuaciones.
-La relajación generalmente acompañada de una mínima reflexión después del recreo que permitía sobre todo una mirada al interior de nosotros mismos.
-La anticipación de las tareas a realizar durante ese día, de forma que ya ellos mismos eran capaces de hacerse una composición de las actividades del día.
-La idea del grupo como un centro importante cuya actuación repercute en todos sus integrantes.
En definitiva son muchas ideas que poco a poco se van poniendo en marcha, pero que van calando en el alumnado y van formando parte de su quehacer cotidiano. Queda mucho por hacer todavía, sin embargo una de las cosas que he aprendido es que todo se consigue con paciencia y lentamente. No es un proceso rápido sino algo lento que se ha de ir adpatando a las circunstancias que van viniendo, sobre todo en estos momentos de incertidumbre y probablemente de cambios importantes.