Este es un cuento que me ha facilitado una compañera y nos puede ayudar a trabajar la inseguridad de salir a la calle , que pueden manifestar nuestros alumnos/as.
Protagonistas son Carla y Leo
-¡Buenos días bichejos!-dice papá,
subiendo las persianas-. Ya ha
salido el sol!
A Carla le encanta cuando papá
les llama bichejos a ella y a sus
hermanos por la mañana, cuando
viene a despertales.
Entonces finge estar dormida y
escucha cómo papá se acerca de
puntillas para tirarle de los pies.
Pero casi siempre, antes de que
llegue, se sienta riendo en la
cama, escondiéndolos bajo las
Esta mañana todos se preparan
para ir a la escuela de verano.
Carla ya es mayor y este será su
primer año en la escuela
deportiva. Está tan nerviosa por la
novedad., ¡que ha ido dos veces al
lavabo!
¿Menos mal que Leo también
vendrá¿, piensa Carla, sentada en
la taza. La semana pasada se
encontraron en las inscripciones y
ahora seguro que ya la está
esperando en la esquina para ir
sábanas. juntos hasta el pabellón.
¿ESCUELA DEPORTIVA¿ EMOCIÓN: INSEGURIDAD
Los primeros días son muy
difíciles para Carla. A ella siempre
le cuesta hacer nuevos amigos y
amigas, y por eso no quiere
separarse ni un minuto de Leo.
Pero él quiere hacer otras cosas y
conocer gente nueva.
-Voy a jugar un partido con los
otros niños, ¿te vienes?-le
propone Leo, con la pelota de
básquet bajo el brazo. Pero Carla
no ha jugado nunca al básquet y le
da miedo hacer el ridículo.
Al día siguiente, Leo no está
esperando a Carla en la esquina.
¿Antes ha llamado su madre para
avisarnos de que tiene fiebre-le
explica mamá-. Se quedará en
casa el resto de la semana.
A Carla se le hace una montaña
pensar que pasará estos días sin
Leo. De repente, se acuerda de
aquella niña que ve siempre
sentada sola en un banco del
patio.¿ Hoy hablaré con ella¿,
-No, paso.
decide.
En un par de días tendrán que
escoger el deporte en el que se
quieran especializar. Carla lleva la
lista a Leo para que pueda elegir,
aunque esté aún malo.
-Yo he marcado acrobacias-
anuncia Carla, deseando que él
escoja lo mismo.
-Pues yo creo que elegiré básquet
-resuleve Leo.
Carla siente un nudo en el
-¡Pues vaya amigo de pacotilla!-
grita Carla.
-¡¿Y ahora qué he hecho?!-
exclama Leo.
-Las acrobacias son muy difíciles
para mí y yo pensaba que me
ayudarías¿ Igual que haces en el
cole con las mates.
-¡Sí yo no tengo ni idea de hacer
volteretas!-responde Leo-.
Además, tú eres mucho más ágil.
estómago, ¿podrá hacer ella
acrobacias sin Leo?
Y yo te ayudo con las sumas, pero
tú siempre me echas un cable
para atarme los zapatos.
Mientras tanto, en la ciudad, el
papá de Carla se prepara para dar
una conferencia en el congreso de
veterinarios de este año. Y está
muuuuyyyy nervioso.
¿Tú solo respira y sonríe- le
aconseja mamá.
Pero al subir al escenario y ver a
tanta gente mirándole le empiezan
a sudar las manos. ¿Respira y
Ya se acerca el fin de la escuela
deportiva y María, la monitora de
acrobacias, reúne a su grupo
sobre las colchonetas.
-Tenemos que empezar a trabajar
en la exhibición de final de curso.
Todos aplauden con ilusión, pero
Carla ya vuelve a tener un nudo en
el estómago. ¿Exhibición? ¿Y si
se equivoca delante de todos? ¿Y
si la gente se ríe de ella? ¿Y si se
cae a media actuación?
sonríe¿, recuerda, mientras ve a
mamá al fondo de la sala. Y
empieza a hablar sin que le
tiemble la voz.
Carla está tan preocupada que no
tiene ni hambre a la hora de la
cena.
-¿Qué te pasa cielo?-le pregunta
mamá.
-Que tenemos que hacer una
exhibición de fin de curso y yo no
quiero, ¡lo haré fatal!
-Yo también tenía miedo en mi
charla del congreso -reconoce
El día de las exhibiciones, Leo
bota la pelota en zigzag entre unos
conos para llegar a la canasta y
lanzar la pelota. Pero ohh, ¡ha
fallado!
¿Da igual, ¡Leo lo ha hecho
genial!¿, piensa Carla.
Y entonces se da cuenta: ¡lo que
importa es pasarlo bien! Así que,
tal y como dice mamá, Carla
papá-. Lo que tienes que pensar,
es que si te equivocas no pasa
nada, ¡hace muy poco que eres
acróbata! Y como dice mamá: tú
solo respira y sonríe.
respira hondo, sonríe y sal a la
pista pisando fuerte. ¡Seguro que
su actuación será un éxito!
Al acabar, todos los deportitas se
llevan una medalla a casa.
-¡Lo he conseguido!- grita Carla.
-¡Pues claro!-exclama Leo,
brindando con las medallas-.
¡Si eres una campeona!
¿Y colorín
colorado este
cuento se ha
acabado¿