La formación en nuestro centro se ha visto interrumpida, como todo. Nos faltaba una sesión que hubiera sido superinteresante, estábamos en la parte práctica, pero bueno, la situación es la que es. De pronto nos hemos visto sumergido en un cambio de forma de hacer docencia, de lo presencial a la teleformación, la formación on line. No estaba preparada para esta situación, al igual que todos y todas. Y además, nos vemos en la necesidad de animar en la distancia, motivar a nuestro alumnado a que siga trabajando, aunque todo se nos haya venido encima, y cuesta. Pero tenemos que seguir siendo profesionales, y ahora más que nunca cobran mayor importancia los mensajes de ánimo, destacando lo positivo e ignorando lo negativo. Ahora cobra una especial importancia no corregir en exceso, hacerlo de una manera positiva. Cualquier avance, por pequeño que sea, es un gran logro. Tenemos que ser flexibles, cada alumno, cada alumna tiene una realidad familiar diferente, y con ello tenemos que contar.
En esta situación estamos conociendo más a las familias, sus realialidades, sus recursos, aunque todo es mejorable. Lo que sí no hay nada como el trato tú a tú, como el contacto directo con el alumnado, con las vivencias no programadas. Esta situación nos deja muchas incognitas, sobre cómo vamos a volver a las aulas ¿Seremos menos en clase? ¿Nos tendremos que sentar separados con un metro de distancia? ¿Nos veremos las caras o usaremos mascarilla? ¿Y guantes? ¿Y en el recreo? Lo que sí podremos seguir diciendo es "ánimo", "tú puedes", "que bien los estás haciendo", "eres un campeón, una campeona", "qué guapo o guapa vienes hoy", y preguntar "¿qué te pasa?"....
Pero sea lo que sea habrá calidez humana, y podremos aplicar las enseñanzas de este curso para mejorar nuestras relaciones con el alumnado y crear ambientes de trabajo cálidos y alegres donde se generen aprendizajes.