Buenas tardes, compañeras/os.
Os tranquilizo por anticipado: el objeto de este mensaje no es añadir a nuestras maratonianas, desreguladas y poco valoradas jornadas lectivas telemáticas más trabajo, sino, precisamente, el de aprovechar lo mucho y bueno que estamos inventando, investigando e implementando para que no caiga en saco roto y sea el sustrato de otros modos de enseñar y aprender.
Como otras muchas cosas, el Proyecto Lingüístico de Centro, cuya última actividad fue el taller sobre debate en el aula impartido por Sonia Moncalvillo a comienzos de marzo, poco antes de que se extinguiese la antigua normalidad, ha visto sus reflexiones y tareas abruptamente interrumpidas. Y, siendo honestos, en el actual contexto, que exige de nosotros/as una multiplicación extenuante para atender los diferentes ritmos y necesidades de nuestro alumnado, no se dan las condiciones mínimas para retomar, ni siquiera telemáticamente, los trabajos pendientes.
Pero, como señalaba al principio, es tanto lo que, obligados/as por la urgencia de las circunstancias, estamos aprendiendo y aplicando en nuestro trabajo, que merece ser visibilizado y registrado, al menos por dos razones: porque nos lo merecemos, dejando constancia de la entrega y compromiso que se está demostrando, y que debe ser acreditados; y porque de estas semanas de continuo ensayo y error pueden emerger unas pautas mínimas, pero contrastadas, de cómo comunicar y comunicarnos, entre nosotros/as como docentes y con el resto de la comunidad educativa, en el marco de una enseñanza semipresencial que todo apunta nos acompañará también el próximo curso 2020/2021.
Siempre hemos insistido en la idea de que el Proyecto Lingüístico de Centro debía tener la vocación de servir de espacio de confluencia de los muchos afluentes que, bajo el formato de planes, programas e iniciativas, articulan nuestro quehacer educativo y son seña de identidad de nuestro centro, y esta es una inmejorable y sencilla ocasión para demostrarlo. Así que, quien lo desee y cuando buenamente pueda, os invito a que, de manera individual o como Departamentos, compartáis en el espacio que Colabora tiene reservado a nuestro PLC (código 209908plc005), experiencias y herramientas de comunicación implementadas estas semanas de confinamiento, sincrónicas o asincrónicas, acertadas o fallidas, para que a finales de curso podamos esbozar un catálogo de buenas prácticas lingüísticas en tiempos de evanescencia y pandemia.
Abrazos y ánimos