Los logros han sido conseguir adaptar el aprendizaje y la evaluación online (con las enseñanzas adquiridas tanto por el alumnado como el profesorado el curso pasado) a las características de la enseñanza bilingüe. Lo expuesto en clase se evalúa en casa mediante cuestionarios online (Google Classroom), debidamente traducidos en preguntas seleccionadas o haciendo uso de vocabulario y jerga específicos indicados en clase en clase. En ocasiones seleccionadas, se les permite completar los cuestionarios en horario de clase, permitiendo la colaboración en grupos pequeños.
Las dificultades han sido conseguir adaptar la asignatura de Tecnología, que inherentemente conlleva unas horas de Taller y de trabajo con herramientas manuales así como digitales, y transformar ese aprendizaje basado en proyectos (entiéndase en bloques como ¿Trabajo con madera¿, ¿trabajo con metales¿, o ¿dibujo asistido por ordenador¿) en un aprendizaje más abstracto, tradicional si cabe, basado en conceptos y ejercicios teóricos. Por fortuna, los alumnos también han visto elevada su autonomía y competencia digitales, pudiendo descansar una parte considerable del proceso educativo en dispositivos electrónicos, que favorecen la interacción y la comunicación al tiempo que permiten cumplir los protocolos sanitarios.