Buenas tardes comunidad,

Son tiempos inciertos los que vivimos, donde las emociones parecen estar dejadas atrás en algún rincón de nuestra aula. Por suerte está vorágine en la que nos vemos inmersos no nos impide ver las sonrisas dibujadas en las miradas de nuestros alumnos cuando conseguimos establecer un punto de intercambio extrasensorial a través de nuestras vivencias compartidas. 

Este estrés generado en tiempos pandémicos hace muy necesario el uso de herramientas cómo los métodos de relajación, pues no sólo nos ayudan a sobrellevar esta situación a veces incomprensible sino a ofrecer un alivio a nuestros alumnos. En mi caso, he podido experimentar los beneficios emocionales a corto plazo de esta práctica al inicio de una clase o tras una sesión que los ha agitado previamente. En mi caso he trabajado con un grupo bastante activo y algo disruptivo, que a través de la relajación ha experimentado una mejoría de comportamiento tanto a nivel grupal cómo a nivel individual y a su vez en mí, he conseguido conectar y sentir su propia relajación y aliviar mi estrés y mi predisposición emocional hacia el grupo. Ha sido una experiencia motivadora en ambas direcciones y que me ha llevado a preparar futuras sesiones para ayudarles a sentir mejor, más en la situación en la que nos vemos enfrentados. Siento que es un buen punto de partida hacia futuras actuaciones a nivel grupal. 

Ha sido algo enriquecedor, ver cómo me ayuda a conectar mejor con ellos con una actividad motivadora y antes desconocida para mi y a la vez cómo ellos me lo solicitan cada día pues les da bienestar interior y les ayuda a estar más conectados con el trabajo realizado posteriormente. Deseando profundizar más....