Plantea tu reto
Si ya tienes un proyecto en mente, un cambio que deseas implantar o una idea que te impulsa a la acción, empieza por plasmarla por escrito a grandes rasgos. Plantea ese reto que te ronda por la cabeza o que os habéis planteado en la última reunión. En este primer paso te puedes sentir:
Imaginativo/a
1ª Acepción de la RAE:
Facultad del alma que representa las imágenes de las cosas reales o ideales.
4ª entrada de la RAE:
Facilidad para formar nuevas ideas, nuevos proyectos, etc.
Si mezclamos ambas, la imaginación sería el primer paso desde el que nos "arriesgamos" a representar de manera original aquello hacia lo que nos dirigimos.
Si estás imaginativo,
- puedes investigar por internet, en la biblioteca o en las hemerotecas,
- puedes estimular la imaginación y la creatividad para dar con el proyecto adecuado o
- si ya sabes qué proyecto llevar a cabo, puedes afinar un poco más con una encuesta.
Confuso/a
Experimentamos confusión ante un desorden o una mezcla que no comprendemos del todo. Si entendemos como sinónimos, términos como perplejidad y desasosiego, se trataría de ofreceros una alternativa que os ayude a afrontar el planteamiento del reto. Si este reto no llega a ser, por decirlo de alguna manera, original o novedoso, el proyecto no merecerá el calificativo de emprendedor.
Instrucciones:
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Arriésgate a mirar más allá.
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Ve más allá de los resultados esperables.
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Trata de ver nuevas posibilidades, superando la fuerza continuista de seguir haciendo "lo mismo de la misma forma".
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Considera perspectivas diferentes en el planteamiento de los problemas de cara a estimular tu imaginación.
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Actúa como un niño/a en esta fase, tomando su ejemplo y permitiendo tu pensamiento fresco, disparatado y libre de contingencias.