Respecto a mi experiencia en la visita al instituto comentar que en un principio iba un poco "a ver qué me encuentro " ya que no sabía bien lo que me iba a encontrar. Una vez allí me llamó la atención lo preparada que el profesor llevaba las actividades a realizar y lo concienciado que está el alumnado en la forma de trabajar. En cada grupo había un voluntario, bien sea madres, otros profesores del instituto o 2 maestras del colegio que estábamos. No se perdió nada de tiempo, se hicieron los grupos y cada alumno y alumno se sentó y a poner el cronómetro con 10 min y empieza la cuenta atrás. Uno de los aspectos Que me gustó menos fue que en realidad el que no quiere trabajar, no lo hace. Cuando yo le decía que interviniera también en la realización de las actividades, me contestaba " que para qué, que ya lo hacían ellos y que si ellos no lo sabían, él lo iba a saber menos...". Y con la presión del tiempo hace que el resto de grupo no se preocupe del que se hace el despistado o despistada. Por otro lado, la presión del tiempo resulta positiva porque el que quiere trabajar, no levanta la cabeza en cada estación en la que está.
En resumidas cuenta me pareció positiva la experiencia, aunque creo que se debería hacer algo con el niño o la niña que no quiere trabajar para que se anime y se enganche al grupo.
Por cierto, yo estuve en un 1º de ESO en ciencias sociales.