La lectura del artículo ¿Música y creatividad¿ de Pilar Lago me hace pensar algunas cosas. Desde el resumen que aparece al principio, el artículo señala la influencia que la creatividad musical ejerce sobre el total desarrollo de la persona, de ahí la importancia de fomentar ésta creatividad desde los primeros años y en la escuela.
En el apartado 2. ¿Hablan los maestros¿, hay citas y consejos de los educadores y pedagogos musicales más influyentes de los últimos tiempos, pero creo conveniente la moderación. Soy músico y la música es una parte escencial de mi vida, no entendería el mundo sin ella. Sin embargo creo que hay que ver la realidad con amplitud. Pienso que la vida también es posible sin la música. En algunos de los comentarios del artículo creo que se ejerce un cierto ¿chauvinismo¿ musical, si se me permite. Creo que la música es buena para la sociedad y mejor será el pueblo cuanto mejor sea su música, pero no nos pasemos. La naturaleza es completa en sí misma y perduraría con o sin música. Sabemos que la humanidad ha hecho música desde el principio de los tiempos. Digamos, la hemos inventado nosotros, la hemos incluído en nuestro hacer, en nuestra cultura, por que nos dió la gana. Pero creo que es sano y recomendable verlo todo con pragmatismo y relatividad. Y creo que mejores educadores y motivadores seremos cuanto más abiertos seamos a todas las posibilidades.
Volviendo al artículo en cuestión y ya sin disgresiones de tipo personal, quiero destacar el comentario citado del autor Sanuy en el que se critica el modelo de aula donde se rechaza al niño espontáneo y expresivo. Aquí nos topamos con un aspecto práctico. Es cierto, probablemente el más revoltoso de la clase sea el más creativo y expresivo, pero nos revuelve la clase. ¿Qué hacemos entonces? Saber canalizar éstas situaciones de forma positiva será lo más provechoso para todos, para ese niño, sus compañeros, e incluso el profesor.
Otro punto interesante del artículo está en el apartado 3. ¿Música y creatividad, todos somos creativos¿. Allí se hace una distinción entre crear y componer. Es importante tener ésto claro. Pienso que, como músicos y educadores, debemos apartarnos un poco del bagaje de nuestra formación musical y considerar la creatividad de nuestros alumnos como parte intrínseca de su personalidad. Esa necesidad musical de los alumnos más pequeños seguramente tiene muy poco o nada que ver con la idea que nosotros tenemos sobre la música. Debemos saber escuchar, observar. Probablemente nuestros alumnos estén haciendo una música que aún no sabemos escuchar. Estoy de acuerdo, crear no es necesariamente componer.
En éste sentido quiero hacer una última observación. A lo largo del artículo se considera la música como compuesta por los parámetros tradicionales: melodía, ritmo, armonía, forma. Pienso que la música es eso, o no. No soy compositor, pero muchos llevan tiempo intentando (y logrando) liberarse de esos parámetros. Los minimalistas llevan décadas de éxito en ese sentido. Y en el campo de la música conceptual (se da un guión de cómo es la pieza y cada uno se la imagina), también hay terreno para trascender la percepción del hecho musical como melodía, ritmo¿ La música también es idea, mensaje, sentimiento, y no debemos olvidar esto si queremos motivar a las personas a crearla.