He notado que la medida ha sido positiva, incluso en Matemáticas el alumnado escribe con menos faltas de ortografía pues prestan más atención a la hora de escribir; también es cierto, que la mayoría prefiere no recuperar los errores cometidos, supongo que por el poco peso que le supone en la nota.

Partiendo de que todo parte del compromiso del claustro por intentar mejorar un problema que habíamos detectado en la mayoría de los cursos, he de decir que la valoración es muy positiva. Ahora bien, estoy comprobando que el interés por parte del alumno/a en lo que a la entrega de la ficha se refiere ha bajado bastante, por lo que percibo cierto desinterés. En cuanto a la ficha en concreto, me parecería más funcional si quitásemos lo relativo a la familia léxica y a la regla ortográfica, que considerándolo importante supone una "carga de trabajo" que según parece no están dispuestos a realizar.

Decir que no hay mucho interés por parte de los alumnos ya que no les gusta nada escribir, incluso algunos se niegan a realizar las actividades. De este modo es difícil conseguir resultados, incluso para una estadística.

Creo que la medida ha sido positiva porque están prestando más atención a la ortografía aunque, no muestran demasiado interés en recuperar los puntos perdidos por las faltas.

La medida me ha parecido muy positiva, los alumnos se preocupan más por no cometer faltas, repasan los exámenes antes de entregarlos para comprobar que no tienen faltas, cosa que antes no hacían (hablo en matemáticas).
Coincido con mis compañeros cuando comentan que el interés por entregar la ficha con las faltas corregidas ha ido disminuyendo, sobre todo cuando no son muchas y no les supone mucha pérdida de la nota.
Estoy de acuerdo también con Juan Jesús en modificar, en algunos puntos, la ficha para mejorar su eficacia.

No dudo que sea eficaz, haré todo lo posible que se vaya cumpliendo los requisitos necesarios para llevar a cabo las "recuperaciones" de las faltas de ortografía. En mi materia, casi toda práctica, el alumnado no presentan leves, graves faltas ortográficas, las que se produzcan en los controles que estoy poniendo, y los que están propuestos, realizaré el proceso de recuperación que se recoge en el PLC.

He de comentar que el alumnado en esta segunda evaluación va perdiendo el interés por recuperar parte de la nota sustraída por haber cometido errores ortográficos y ha llegado un momento que para ellos les es indiferente.
Por otra parte en otras de las asignaturas donde se utilizan las tic, el alumnado pone en práctica el corrector ortográfico mediante la utilización las diferentes aplicaciones informáticas, no obstante, observo que el alumnado trabaja la ortografía de diferente forma, le entra curiosidad, pone en práctica la auto corrección realizando los trabajos de clase, por lo que se aprende de sus propios errores. Lo último comentado, considero que puede ser un punto interesante para que el alumno de alguna manera encuentre una motivación para disminuir las faltas ortográficas.

No ha sido todo lo eficaz que pensaba para todos los alumnos. Algunos de ellos , al tener muchas faltas se dedicaban a hacer las correspondientes correcciones y a la hora de hacer las frases con la palabra corregida volvían a cometer otros fallos ortográficos y no se terminaba nunca de corregir.