Qué interesante la sesión que vivimos con Luis Miguel y Aline.
Con Luis Miguel llegué a relajarme plenamente, sintiendo cada parte de mi cuerpo. He intentado llevarlo a la práctica con mi alumnado pero no he podido conseguirlo, no cabe duda que debo intentarlo con más ahínco. Me parece primordial que aprendan a relajarse ante situaciones puntuales que no saben canalizar y que podrían y deberían resolver de una manera más coherente. El colegio es, a veces y para algunos de ellos, el único estamento de donde pueden tomar modelos de conductas más ¿reposados¿ y es necesario que los tengan al alcance de las manos.
En cuanto a la sesión con Aline, me pareció fabulosa: nos enseñó a deshinibirnos, a ser más nosotros mismos y me gustó; me gustó sentirme libre y me divirtió, me daba mucha risa ver a mis compis expresarse con el cuerpo, no me sentí ridícula ni los sentía a ellos ridículos tampoco, no, solo me hacía sentir feliz, bien, con risas, con sonrisas. Así es como entiendo el colegio: con alegría, con libertad, con gusto por trabajar, por aprender.
Por todo ello es por lo que voy a intentar que, todo lo que he expuesto anteriormente, se haga presente en el día a día de mi clase, entre mi alumnado, con mis compañeros y en nuestro colegio.