Bueno, aunque esté fuera del centro por mi baja médica, y haya tenido infinidad de problemas con la plataforma para escribir al no reconocerme para publicar -al parecer por estar en el sistema antiguo-, no quiero dejar de pasar la ocasión de hacer una reflexión final en el grupo. Primero quisiera felicitar al coordinador, Juan José, por su entusiasmo y empuje, y luego al resto de compañeros y compañeras, por impulsar con esas mismas ganas en sus trocitos de espacio para que la Educación Emocional vaya ganando el lugar que merece en la Educación. La que se escribe con mayúsculas y hace honor a aquella cita de Aristóteles que hace poco nos recordaba nuestro coordinador: ""Educar la mente sin educar el corazón, no es educar en absoluto". Ojalá que poco a poco ese antiguo mensaje vuelva a ser actual, y todos comprendamos que el futuro de la Educación no es llevar a nuestro alumnado al éxito económico, sino a la realización personal y a la felicidad en todas las esferas de sus vidas. No me cabe duda de que nos lo agradecerán muchísimo más.
Ese era mi objetivo cuando empecé este curso a trabajar en este grupo de trabajo, siguiendo la línea de lo comenzado el curso pasado con el Club de la Cicatriz y la Educación Universal. Y, a pesar de los pesares, lo seguirá siendo mientras siga trabajando en la educación.
Este curso comenzamos, a principios de septiembre, con el campamento para el grupo de El Club de la Cicatriz, en el ula de la Naturaleza de Tavizna. Mª Carmen Sasián, nuestra compañera, participó conmigo en él. Hicimos una serie de talleres para dar herramientas a esos chicos y chicas con los que poder enfrentarse, primero a su dolor, y, tras mirarlo de frente y entender por qué les hace sufrir, buscar herramientas para poder superarlo. Así tuvimos talleres de "Aprender en la pérdida", Mandalas, Actividades en la Naturaleza, Escritura creativa, Yoga, Educación Universal y sobre todos ellos, Meditación. Creo que fue una experiencia inolvidable para todos nosotros. Al comenzar el curso, hicimos una merienda con las familias, donde compartimos dulces y bizcochos, y les proyecté las imágenes que intentaré colgar aquí en un pdf, a ver si pesa menos.
En octubre realicé un curso de Educación Universal con Sofía Marbán, en su Escuela de San Enrique de Guadiaro, comprobando sus efectos potenciales dentro de nuestra práctica y línea de trabajo, dentro de la Educación Emocional y la Comunicación No violenta. Con esa ilusión comencé a trabajar este curso con los mayores un Taller de Educación Universal (alumnado de 4º de ESO y 1º de bachillerato), los martes de 16 a 17.30 h, desde noviembre a enero. No fue fácil, pues tenía guardia de tarde de 16.30 a 18.30 h, y aunque solicité que enviasen a los castigados a partir de las 17.30 para poder trabajar con el taller, no fue aceptada esa petición, así que en ocasiones fue bastante complicado. Aun así, ese taller fue realmente importante para el alumnado que lo recibió, pues les ayudó a conectar con aquellas cosas que realmente les preocupaba de sus vidas y estudios, y en la mayoría de los casos -en palabras de los y las participantes-, les sirvió de ayuda.
En febrero planteamos el proyecto de Innovación Educativa, recogiendo nuestra línea de trabajo e intentando ampliar el trabajo con todo el alumnado del centro. 15 personas al menos mostraron sus deseos de colaborar y participar, pero finalmente decidí no presentarlo por las duras críticas recibidas por parte del orientador, Juan Montero, que consideró este proyecto una injerencia en su terreno profesional, en lugar de un punto de partida para la colaboración, como estaba realmente diseñado. Tampoco encontré apoyo por parte del equipo directivo, así que finlamente ese proyecto se ha quedado en el tintero. También lo añado como documento adjunto. Ojalá llegue el día en el que podamos sumar fuerzas y no restarlas, y todos entendamos que lo importante no somos nosotros, el profesorado -que también es importante contar con nuestras necesidades- sino nuestro alumnado, que en muchos casos, sobre todo el más desfavorecido, solo cuenta con el entorno del mundo escolar para progresar de sus duras situaciones.
Y ahí me quedé, pues tampoco pude poner en marcha el nuevo taller de El Club de la Cicatriz. También ahí encontré resistencias y dificultades, que se unieron ya a mi problema médico. No sé si me dará tiempo a hacer algo al volver, pero me gustaría. había muchos chicos y chicas esperándome, de 1º a 3º, para trabajar sus "sufrimientos", y, aunque sea un taller breve, lo quisiera intentar.
Ojalá todo lo vivido nos ayude a crecer como personas. A todos y todas. Ganemos en serenidad, en respeto y responsabilidad, en no dejarnos hundir cuando las cosas se tuercen...Ojalá entendamos que todos y todas somos necesarios e importantes para conseguir ese otro mundo posible que ansiamos, donde nuestros niños y niñas puedan realmente desarrollar todo su potencial...TODO...No sólo el de los conocimientos, sino el que les permitirá afrontar la Vida desde la fuerza interior que permite el equilibrio emocional, el desarrollo armónico de la sensibilidad, y el placer y la belleza que produce el entender cómo funciona el mundo en el que vivimos... Cada cuál con sus necesidades y potencial...
Sigamos poco a poco. Con paciencia, mucha paciencia. Pero también con constancia, mucha constancia, sin dejarnos amilanar...Porque tengamos la certeza de que esa es la dirección adecuada que les conducirá a ell@s, como personas, y a nosotr@s, como educadorxs, a la felicidad y a la autorrealización.
Gracias por compartir este grupo y este curso, las formaciones, la vida...
Os quiero
Mª Jesús