Desde que iniciamos el curso 2016-17, y tras haber trabajado con el alumnado diversos aspectos para mejorar el comportamiento de los mismos, y con ello la convivencia, he podido observar un avance considerable en aspectos tan significativos como el respeto al turno de palabra, la escucha activa con el resto de compañeras/os y con el maestro, así como una resolución de los conflictos de una forma más inmediata.
Algunas de las medidas que considero han sido determinantes, son la siguientes:
- El trabajo de las conductas diana de manera coordinada en todo el centro. Las normas han estado expuestas en clase, y se han venido trabajando y recordando al alumnado en el día a día.
- Tener visibles y presentes las normas de clase.
- El código de conducta de la Patrulla Verde. No sólo se preocupan de que el entorno (patio, huerto y dependencias comunes) esté limpio, también transmiten mensajes educativos al resto de compañeros/as invitándolos a que colaboren para mantenerlo todo en este estado.
- El tipo de agrupamiento ha sido esencial para la mejora que hemos observado: Han sido necesarios varios cambios hasta llegar a la agrupación en forma de U, con una isla en el centro de 4-6 niños, de modo que ningún niño/a quede aislado y todos/as tengan buena visibilidad, así como el maestro de todos ellos. La alternancia niño-niña, ha contribuido a que disminuyan las interrupciones de las explicaciones y las conductas disruptivas que en algunas ocasiones impedían un buen desarrollo de las clases.
Me gustaría señalar, que estos cambios han sido más efectivos porque todo el equipo docente ha participado, de manera consciente y activa, para una mejora del comportamiento del alumnado. Hemos aunado criterios en el Claustro, hemos definido unas conductas diana comunes, de modo que el trabajo del profesorado no ha sido aislado, y eso es fundamental para poder alcanzar los cambios deseados con menor esfuerzo y mayor efectividad. El mensaje que el profesorado ha lanzado al alumnado respecto a aspectos que considerábamos fundamentales de su comportamiento, ha sido unitario.
Como señalaba mi compañero Pedro, la excursión del pasado día 11 fue una ventana para observar si las mejoras que pretendíamos alcanzar con el trabajo de las conductas diana se estaba alcanzando, y al igual que la valoración que él hace, mi balance es positivo.
Tomaremos nota de los aprendizajes que éstas prácticas han generado en nuestro quehacer diario, para seguir implementándolas siempre que sea oportuno.
Buen día compañeras y compañeros, Javier