Fecha de publicación 31/05/17 12:14
Mi experiencia con el alumnado de tutoría compartida ha tenido tanto hechos positivos como negativos. La parte negativa ha sido principalmente la dificultad de llevar a cabo la tutorización de mi alumno en particular, ya que, aunque la intención de la familia hacia es buena, su colaboración no es constante. El entorno que rodea a este alumno es complicado, de ahí la dificultad en el seguimiento y control diario del mismo. No obstante, hay más hechos positivos. El principal es que la relación con el alumno mejora, se hace más cercana, con lo que se evitan tensiones que llevan a sancionar más duramente. Además, los profesores que nos hemos encargado de tutorizar a alumnos nos hacemos más sensibles y conscientes de la problemática de estos chicos. Creo que es necesario seguir planteándose estos programas para reducir la conflictividad en el aula y en el Centro.