Mi aportación individual como miembro del grupo ha sido la de trabajar en el aprendizaje cooperativo en dos grupos de 2º, en la materia de Lengua castellana y Literatura. Además de transmitir la información procedente del CEP a todos los miembros del grupo de trabajo para coordinar cada una de las actuaciones que se tenían que ir llevando a cabo.

Con respecto a los posibles logros alcanzados, lo más importante ha sido quizás la enseñanza de que el trabajo cooperativo, lejos de ser una tendencia pedagógica o una metodología atractiva, es el contenido transversal más rentable que quizá podrán adquirir en toda su vida académica, pues se precisa para cualquier ciudadano del siglo XXI. De esta forma, el alumnado habrá debido entender que, al margen de los contenidos específicos de la materia, lo que se valora y solicita es precisamente su disposición y destreza para trabajar en grupos cooperativos.

Desde nuestro centro se han llevado a cabo una serie de actuaciones concretas que tienen que ver con la elaboración de recursos y puesta en marcha de los mismos en el aula. Dichos documentos (las tarjetas con la función de cada rol dentro del grupo, actividades simples de aprendizaje cooperativo y la ficha de autoevaluación del aprendizaje cooperativo) están colgadas en esta misma plataforma en los apartados correspondientes de recursos, taller y proyecto.

Pero poner en marcha este proyecto tiene serias dificultades: hay que planificar con antelación la manera de proceder en clase para poner en marcha actividades de trabajo cooperativo con las que ni siquiera nosotros estamos familiarizados. Aunque, salvando esta dificultad, el principal obstáculo ha sido la predisposición negativa a este tipo de metodología por parte del alumnado que responde mejor a la metodología tradicional. Este tipo de estudiantes ha sido mucho más reacio al cambio, ya que han visto peligrar su comodidad y no han cumplido como corrrespondía a los roles que se le habían asignado. Por otra parte, deberíamos contemplar de cara a próximos cursos, la posibilidad de trabajar con esta metodología a través de todo un Equipo Educativo en un grupo-clase, para tener así un elemento comparativo respecto a otro grupo con el que no se lleve a cabo dicha metodología.

Con todo, los aspectos positivos de convivencia en el aula e integración en grupos de trabajo del alumnado menos motivado y participativo requiere que continuemos trabajando en esta dirección.

Como miembro directivo y participante en el grupo de trabajo mis aportaciones han ido enfocadas en dos direcciones:
- Por un lado he ayudado a preparar el material necesario (lista de tareas, hojas de roles, ficha de autoevaluación...)
- Por otro lado, y teniendo en cuenta las características específicas de mi materia, he intentado llevarlo a la práctica con dos enfoques distintos: el referente a los contenidos teóricos y el de los contenidos prácticos.
Grosso modo se han cumplido los objetivos de inicio, ya que se pretendía el iniciarnos en este tipo de trabajo.
Las actuaciones concretas han ido enfocadas a una unidad didáctica del tercer trimestre el el primer curso de la ESO. He intentado darle un doble enfoque: el concerniente a los contenidos teóricos y el referente a los contenidos prácticos.
Creo que desde el centro no conseguimos enfocar bien el grupo de trabajo desde el principio. Decidimos que cada profesor/a escogiese el curso con el que llevar a cabo el trabajo y, bajo mi punto de vista, deberíamos habernos volcado en un grupo o nivel, de tal forma que fuese todo el equipo educativo de ese grupo/nivel el que trabajase de forma cooperativa. De esta forma creo que el alumnado hubiese interiorizado mucho mejor la forma de trabajar.

Mi aportación individual como miembro del grupo ha sido la de trabajar con un grupo de 3º de ESO desde la materia Tecnología.
El objetivo que me he marcado ha sido trabajar de forma colaborativa en la parte más teórica de la materia, partimos que con la materia de tecnología se realizan proyectos en el taller donde se trabaja por grupos.
En cuanto a los logros destacar que se han conseguido clases más dinámicas y salvo excepciones todos los alumnos han trabajado. Al principio, por inercia, el alumnado trabajaba de forma individual y después comparaba resultados, pero poco a poco se ha ido cambiando la dinámica y hemos conseguido que realmente trabajen en grupo, consultando y resolviendo las dudas entre ellos.
En cuanto a las dificultades encontradas hay que destacar que se emplea más tiempo en desarrollar la unidad didáctica. Algunos alumnos copian de los compañeros y no trabajan ellos. Otro problema surgido ha sido el reparto de roles, algunos compañeros intentan asumir las funciones de un rol que no le corresponde surgiendo conflictos en el grupo.

Entre los objetivos marcados destacaría:
Desarrollar actividades y contenidos de las diferentes unidades didácticas usando estrategias simples de aprendizaje cooperativo.
Favorecer el intercambio de experiencias de aula entre el profesorado propiciando una red de trabajo cooperativo dentro del centro.
Conseguir una adecuada cohesión de los grupos ya que es fundamental para la realización de dinámicas de grupo.
Los objetivos marcados se han cumplido casi al 100%. El objetivo que ha costado más trabajo alcanzar es de la cohesión de los grupos. Algunos grupos han facilitado el aprendizaje de sus miembros y han mejorado la calidad de vida en el aula pero otros, han entorpecido el aprendizaje y han provocado insatisfacción y falta de armonía en clase.
Entre las dificultades encontradas señalaría la heterogeneidad llevada a cabo para implantar esta nueva metodología con el alumnado. Por ser el primer año que el centro implanta esta nueva forma de trabajo, debería haber habido homogeneidad, es decir, creo que se debería haber realizado por todo el equipo educativo y con uno o dos grupos, que podrían haber sido considerados como grupos piloto y los que permitirían comparar rendimiento académico con respecto a los grupos del mismo nivel con los que no se ha usado esta metodología.
Actuaciones concretas desarrolladas
Se ha trabajado con alumnado de 1ºESO y se han realizado equipos de trabajo de 4 o 5 alumnos. Se han trabajado contenidos usando estructuras simples de aprendizaje como la mesa redonda, cabezas numeradas...Además, cada grupo ha realizado un proyecto de cada unidad trabajada, ya que se pretendía desarrollar sesiones de trabajo eminentemente prácticas. Por ejemplo, con la unidad de los seres vivos donde se explica la célula, el alumnado ha realizado una maqueta de la célula eucariota animal y vegetal y de la célula procariota, utilizando el material que ha considerado oportuno (goma eva, plastilina...). Para trabajar el tema de las plantas, hemos salido al campo, hemos estudiado las cortezas de los árboles y hemos cogido diferentes tipos de hojas para la elaboración de un mural.
Concluiré expresando mi satisfacción personal al emplear este tipo de aprendizaje, no solo porque la considero beneficiosa para el alumnado, ya que fomenta la responsabilidad individual y la interacción personal, si no porque ha sido beneficiosa para mí como docente ya que se han establecido vínculos con el alumnado que con el aprendizaje tradicional no se habrían conseguido.
En definitiva, considero que es un aprendizaje enriquecedor para el alumnado y para el docente, un aprendizaje que exige esfuerzo y disciplina. NO es un aprendizaje FÁCIL, pero desde mi punto de vista, MERECE LA PENA.

Nuestra aportación al trabajo cooperativo se ha llevado a acabo en el Ámbito Sociolingúístico de 2º de PMAR. En concreto, durante esta fase, hemos tratado de afianzar algunas estructuras simples ya practicadas desde principio de curso como: "cabezas numeradas", "1-2 4"... Asimismo, en la materia de sociales, hemos puesto en práctica otras, como: " parada de tres minutos", que ha permitido que el alumnado reflexione y se plantee preguntas sobre distintos temas: las ventajas e inconvenientes de vivir en el campo o en la ciudad, el problema de los refugiados, etc. Otras, en cambio, han facilitado el ejercicio de la memoria, como la ¿entrevista en tres pasos¿ que se ha practicado en la revisión de las clases de palabras, las reglas ortográficas, las comunidades autónomas o las provincias españolas.

En cuanto a los logros, creemos que el alumnado se ha ido concienciando de la importancia de su propio trabajo en beneficio de los demás y de que no todos aprenden al mismo ritmo. Si bien, es cierto, que también han surgido algunas dificultades, ya que todavía hay quienes se muestran reticentes a este tipo de trabajo, argumentando que los demás esperan a que se haga el trabajo para copiarse. No obstante, creemos que esta tendencia se irá venciendo en los sucesivos cursos, máxime, si tenemos en cuenta que este ha sido de iniciación.

Mi aportación ha sido como miembro del grupo de trabajo y como miembro del Equipo Directivo, donde he colaborado en la realización de los materiales elaborados para el grupo.
Después de haber aplicado el trabajo cooperativo como metodología puedo afirmar que se han cumplido los objetivos planteados al principio de curso.
Creo que ha sido un logro el que el alumnado haya sabido diferenciar lo que es trabajar en grupo y lo que es trabajar en un grupo cooperativo. Han asimilado adecuadamente las funciones que cada uno tiene en su grupo con cada rol y las han llevado a cabo. Con este tipo de metodología todos se han sentido importantes en sus aportaciones y en el cambio de roles rotatorio han podido comprobar la importancia de las funciones de cada rol y empatizar con los otros compañeros que ya habían pasado por ese rol.
En cuanto a la dinámica de clase he visto como la convivencia y el clima de clase ha mejorado ya que cada uno tenía claro lo que tenía que hacer y así no había problemas de distracción por no saber que hacer.
He aplicado dicha metodología en varias unidades y en casos puntuales según el contenido a trabajar, no lo he hecho de manera continuada lo que ha provocado que sea difícil sacar conclusiones a nivel de rendimiento individual. De las 26 estrategia simples de aprendizaje seleccionadas para el grupo de trabajo he utilizado unas siete para mis clases prácticas.
Para el año que viene voy a intentar aplicarlo desde el principio y con una continuidad en todas las unidades ya que creo que es un trabajo positivo para la asimilación de contenidos en el alumnado y para la dinámica de la clase.
Como dificultad señalaría la preparación previa de las sesiones sobre todo en algunas donde la preparación era bastante laboriosa y la duración de la actividad era corta. Otra dificultad ha sido la confección de los grupos al principio y que el alumnado asimilara dicha manera de trabajar. A nivel general señalaría como dificultad el haber formado a un Claustro de profesores para aplicar dicha metodología y en el año actual muchos de estos compañeros se habían marchado con el ¿concursillo¿, lo que ha planteado dificultades a la hora de formar a los nuevos compañeros en dicha metodología. Tengo que añadir que ha sido un error enfocar el grupo de trabajo en grupos sin conexión y que hubiese sido mejor enfocarlo a un grupo clase y a un Equipo Educativo para poder tener un mayor número de referencias, aunque creo que para iniciarnos a la metodología del aprendizaje cooperativo ha sido positivo llevarlo a cabo en un grupo de clase en el que el profesorado se encontrara cómodo.

Mi objetivo ha sido trabajar con esta nueva metodología en el grupo de 3º de ESO , en la materia de Matemáticas. Con esta nueva forma de trabajo, hemos conseguido que esta asignatura, que en ocasiones les resulta tan abastracta a los alumnos, sea más cercana a ellos, pues han sido los propios alumnos los que han resuelto los problemas intentando ayudar a sus propios compañeros. Ello ha hecho que las clases sean más dinámicas, habiendo una mayor cohesión de grupo, aunque también he de destacar algunas dificultades: a los alumnos les ha supuesto adaptarse a ritmos diferentes de trabajo de otros compañeros, han hablado más, etc... aunque poco a poco se han ido salvando estas dificultades. Sí me gustaría destacar para el próximo curso, la posibilidad de llevar a cabo esta metodología con un único grupo y por parte de todo el equipo educativo. Al ser una nueva forma y completamente distinta de trabajar , tanto los alumnos como los propios profesores, nos adaptaríamos mejor y podríamos mejorar en conjunto.

Como miembro del grupo de Trabajo Cooperativo, mi aportación a éste ha sido desarrollar una unidad didáctica completa, en concreto, ¿Sistemas de Ecuaciones Lineales¿ de 4º Eso Aplicadas. He conseguido casi todos los objetivos planteados. La valoración cuantitativa ha sido satisfactoria, los resultados obtenidos han sido buenos, aumentando incluso el número de alumnos que han superado la prueba objetiva de dicha unidad. El número de sesiones desarrolladas en dicha unidad didáctica ha sido mayor que las necesarias con la metodología tradicional, hecho normal, ya que ni el alumnado ni la profesora están familiarizados con esta metodología y hay muchas variables que aún no controlan dentro del aula. Además la preparación de dichas sesiones es mucho más laboriosa y lenta, puesto que el material tienes que adaptarlo tú mismo a tu unidad. Para ello me he ayudado del material utilizado en el grupo de trabajo y de videos de experiencias parecidas en youtube. Por otro lado al alumnado también le ha costado adaptarse, he tenido que invertir bastante tiempo en explicar la metodología, en guiarles en la práctica de los roles dentro del grupo. Curiosamente los alumnos más aventajados y con menos dificultad en la materia son los que más quejas han puesto, ya que les daba cierta inseguridad el depender del grupo y no de ellos mismos. En general han trabajado todos los alumnos, ya que al cambiar los roles diariamente, hacen que tengan que cambiar su actitud en el aula.