¿Calculadora? ¡Claro que sí!, pero para ahorrar tiempo y esfuerzo, no como algo imprescindible para "seño, es que si no es imposible aprobar"...
Tenemos comprobado que los alumnos no tienen, en general, dominio con el cálculo. Es verdad que en su vida diaria siempre van a disponer fácilmente de algún aparato de cálculo, pero eso no puede ser excusa para que no controlen la jerarquía de operaciones o no presten atención a lo que están realizando.
Como parte del grupo de trabajo, se van a poner en práctica pequeñas competiciones semanales de SúperT, una forma lúdica de fomentar el cálculo y que piden hasta los alumnos que presentan más desidia por la materia.