Hola compañeros/as.
La calculadora no debe sustituir ningún modo el proceso natural de razonamiento del alumnado, sino que debe utilizarse de la forma adecuada para que se convierta en el compañero ideal en las distintas asignaturas del área científica. En clase nos ahorrará tiempo. Cuando el objetivo es desarrollar capacidades generales de razonamiento matemático, la investigación de pautas númericas, la calculadora es necesaria para evitar gastar los minutos resolviendo largas y tediosas operaciones. ¡Investigar es también una parte vital del conocimiento que a veces dejamos de lado por falta de tiempo!
Es necesario aprender su uso. Nos lo pedirán en Bachillerato, la Universidad, el trabajo, etc.¿Quién mejor que los docentes para enseñarlos a manejarlos correctamente?
Contribuyen a motivar al alumnado. Los cálculos reiterativos reducen considerablemente el interés por las matemáticas. ¿ Y si hacemos alguna actividad diferente con la calculadora como protagonista?
Fomentan el uso crítico. Cuando se prohíbe o se reduce el uso de las calculadoras, éstas se convienten en herramientas anheladas y admiradas por el alumnado. Esto hará que si tenemos un uso cotidiano puede hacer que nuestros alumnos/as duden y se posicionen de forma crítica hacia ellos. ¿Habré tecleado bien las cifras? pensarán.
Permiten sacar el lado más divertido de las matemáticas. Además de aprovechar la inmensa capacidad de atracción que tienen en los más jóvenes las pantallas y las nuevas tecnologías, también podemos utilizar las calculadoras proponiéndo juegos matemáticos.
Un saludo