Es todo un acierto para nuestro Centro la continuidad de este grupo de trabajo que expresa la preocupación y la inquietud de su Claustro por incluir en la práctica diaria contenidos del campo de la Inteligencia Emocional que complementen los propios de las áreas curriculares. Las dos actividades que llevamos realizadas hasta ahora (El Cariñograma y El Calendario de las Emociones) enriquecen nuestras clases y permiten a nuestros alumnos identificar, analizar y expresar una gran diversidad de emociones y sentimientos.
Mi compromiso como componente de este grupo de trabajo es participar junto a mis alumnos en todas las actividades del mismo, ampliando mi formación en Inteligencia Emocional para poder aplicarla en el día a día del aula. Pienso que las emociones juegan un papel trascendental en la dirección de nuestros pensamientos y acciones. Por lo tanto, debemos procurar enseñar a nuestros alumnos a reconocerlas, identificarlas y comprender cuál es la causa de las mismas. Sólo de esa forma serán capaces de comprender su origen, muy especialmente el de las emociones y sentimientos negativos, para que les ayude a crecer como personas en continua interrelación con los demás.