Es importante tener un espacio en la clase donde podamos expresar las emociones. El alumnado de infantil debe conocer qué es lo que siente y cómo poder gestionarlo. La Atención Plena (Mindfulness) nos ayuda a regular las emociones a través de la respiración y fáciles ejercicios de concentración.
Las emociones son parte de nuestro cuerpo, están en nuestro cuerpo, se expresan en nuestro cuerpo. Por eso es fundamental saber identificar cómo reacciona nuestro cuerpo con cada emoción. Si somos conscientes de ella podemos atenuarlas.
Todas las emociones son necesarias, no debemos eliminar ninguna, ni las más negativas, debemos aprender a regularlas, aceptarlas y comprenderlas. Al conocerlas, al ponerles nombre y etiquetas, evitarnos quedar atrapados en ellas.
Las emociones sirven para
transmitir como nos sentimos regular el comportamiento de los demás facilitar la interacción social percibir nuestro entorno A los niños y a las niñas les explicaremos que no hay una emoción mejor que otra, no es malo sentirse nervioso, triste o con ira, lo importante es aprender a identificarlas, ponerles nombre, saber cómo nos sentirnos y aprender a actuar en cada momento.
Trabajaremos las siguientes emociones básicas: MIEDO, ALEGRÍA, IRA, TRISTEZA. Además de la CALMA.
Nuestro rincón de la paz Es un lugar que debe ser compartido por todos, por tanto sería estupendo que todos participaran en su realización. Aquí vamos a trabajar las emociones, dónde las sentimos y cómo las podemos gestionar de forma beneficiosa.
Podemos empezar haciendo cualquiera de estas dos actividades:
Un papel continuo de color crema o blanco. Pintamos las palmas de nuestras manos con pintura al agua y las estampamos sobre el mural. Debajo de cada impronta podemos poner el nombre (animalito, color,..) con el que se identifique al alumno. El árbol : dibujamos un árbol y cada uno de nosotros ponemos nuestra huella a modo de hoja. Podemos poner el nombre (animalito, color¿) de cada niño o niña abajo Es importante crear un ritual para sentirnos grupo. Este lugar se convertirá en un espacio compartido y sentido por todos.
Aquí pondremos también un CARTEL que dividiremos en alegre y triste. Haremos tarjetas con diferentes situaciones: gritando, tirando papeles a la papelera, ordenando, compartiendo, dejando de lado a un niño, etc¿ Le preguntamos a los niños y a las niñas si la acción está bien, si es afirmativo, la ponemos debajo de la cara feliz, si está mal la situamos debajo de la cara triste. Aprovecharemos para trabajar las NORMAS DE CLASE.
El RELOJ DE LAS EMOCIONES para trabajar emociones de los demás compañeros o las que oímos en los cuentos
EL EMOCIÓMETRO: ¿Cómo me siento hoy?
Cada alumno tendrá su alfiler de la ropa. Al llegar a clase, en la asamblea, nos tomamos unos minutos para respirar. A continuación, cada alumno coge su alfiler y lo pone sobre el dibujo correspondiente: enfadado, con miedo, alegre, en calma, triste
EL SEMÁFORO EMOCIONAL.
Para trabajar el momento emocional en que me encuentro y evitarla pérdida de control
CARIÑOGRAMA
Todas las semanas, al marcharnos, revisamos nuestro lugar en el panel del cariñograma. Los niños y las niñas de la clase van trayendo dibujos, palabras bonitas, un regalito que dejarán en el sobre de compañeros y/o compañeras (cada sobre llevará el nombre de un niño o una niña del grupo). Será el lugar destinado para demostrar el cariño, la amistad, la reconciliación o el agradecimiento. Porque mindfulness es agradecer y sentir gratitud nos hace más felices. Yo les dejo también una tarjetita para valorar su trabajo semanal.
Este rincón es un buen método para autorregularse emocionalmente, aprendiendo a identificar sus emociones y a expresar con claridad.
Si lo complementamos con un cojín y la caja de herramientas mindfulness podrá servir también como rincón de pensar y gozar de sus beneficios:
Enseña autocontrol y autodisciplina. El niño entiende que cuando está enfadado no reacciona bien y por eso tiene que relajarse. Le ayuda a conocerse. Le permite identificar sus emociones y autorregular su conducta cara a los demás. Al entrar el niño o la niña debe identificar la emoción, situarla en su cuerpo y explicar cómo la siente (estoy triste, tengo dolor en el pecho, porque no tengo ese muñeco que me gusta)
Como podéis ver, no necesitamos más que unas cartulinas, unos lápices de colores, pinzas para la ropa, fichas sobre normas de la clase, sobres, un cojín y la caja de herramientas de mindfulness.