Soy profesor de Lengua en 1.º y 3.º de la ESO y he trabajado la inteligencia emocional a través de la expresión oral. Cada trimestre, los alumnos han elaborado dos exposiciones orales y las han realizado ante todos los compañeros. Cada día, salen dos alumnos.

El trabajo realizado en el primer trimestre es el siguiente:

La primera exposición oral es una presentación personal. Como la inmensa mayoría de los alumnos no han hecho nunca exposiciones orales, la actividad se explica con mucho detalle.

Primero deben saber de qué van a hablar. Luego reciben en clase una serie detallada de consejos para realizar una intervención oral eficaz. Luego elaboran el texto de su intervención y se les dice como deben prepararlo, ensayarlo y memorizarlo para que su exposición quede perfectamente preparada. A continuación, se fija la fecha de la exposición. Después de hacerla, los compañeros hacen una valoración en voz alta de qué les ha parecido lo que ha dicho y cómo ha hablado el orador. De esta forma, los alumnos no solo reciben la calificación por parte del profesor, sino también una opinión (crítica, feedback) clara por parte de sus propios compañeros.

Para elaborar el texto o el guion de lo que habrán de decir ante los compañeros, el profesor les proporciona un esquema con preguntas a las que podría ir respondiendo para redactar su discurso. Las preguntas son de este estilo: 

¿Cómo te llamas? ¿Dónde naciste? ¿Cómo es tu familia? ¿Dónde vivís? ¿En qué trabajan tus padres? ¿Cuáles son tus aficiones? ¿Usas alguna red social? ¿Te gusta estudiar? ¿Qué quieres hacer cuando acabes la ESO? ¿Cómo te ves dentro de cinco años? ¿Y denro de diez? ¿Te gustaría casarte y tener hijos? ¿A qué te gustaría dedicar tu vida? ¿Qué cosas te alegran el día y cuáles te lo amargan? ¿Te gusta el deporte o la música? ¿Optimista o pesimista? ¿Tienes mascota? ¿Cuál ha sido el mejor día de tu vida? ¿A qué lugares del mundo te gustaría viajar? ¿Qué te parece que se obligue a los jóvenes a estudiar? ¿Cuál es tu comida favorita? ¿Cómo crees que irá el curso?

A partir de aquí los alumnos pueden elaborar una exposición oral que tendrá una duración de unos dos minutos. Por supuesto, ellos pueden añadir cuanta información sobre ellos crean oportuna. Además de servir para iniciarse en el desarrollo de las habilidades comunicativas, esta exposición permite que los alumnos reflexionen sobre su identidad, su conducta y su visión. Y sirve además para que compartan sus sentimientos con los otros; buscamos con ello trabajar la empatía. Asimismo, hablar de ellos ante los compañeros suele motivarlos: desean hacer bien esta actividad.

La segunda intervención oral es de tema libre. Se pide a los alumnos que elijan un tema que les apasione (alguna afición, por ejemplo: videojuegos, series, películas, libros, cómics, deportes, viajes, etc.) y lo presenten ante sus compañeros. Desde el punto de vista lingüístico, los alumnos trabajan la elaboración del texto puramente expositivo, que sirve para proporcionar información. Pero al hablar de un tema que les apasiona siguen dándose a conocer a sus compañeros: en realidad, este texto también habla de ellos mismos.

Una alumna de 3.º eligió para esta exposición el tema del acoso escolar. Después de dar información objetiva sobre el tema, pasó a hablar de un ejemplo concreto: ella misma había sufrido acoso escolar a causa del sobrepeso. La alumna compartió su sufrimiento con los compañeros y consiguió que empatizaran con ella a través de sus comentarios y observaciones.

En la siguiente entrada explicaré el trabajo que realizamos durante el segundo trimestre.