Compañeros:
He estado leyendo vuestra propuesta sobre el cuaderno de clase y he de decir que soy más partidario de lo que se ha dado en llamar "portafolio", en la dirección propuesta por el Marco Común Europeo para la Enseñanza y Aprendizaje de Lenguas.
La tenencia de un cuaderno impoluto no es reflejo, a mi juicio, de competencia comunicativa. Hay alumnado que sí, que tienen un buen cuaderno, pero que no leen por placer, que presentan un gran filtro afectivo a la hora de comunicarse oralmente, que no buscan información de forma cotidiana en la lengua objeto de estudio, que no muestran autonomía y quep carecen de estrategias metacognitivas. Eso sin olvidar que en los tiempos que corren, el papiro se está quedando muy atrás y que el microchip está ganando, de forma aplastante, la batalla.
Soy más partidario de unificar los productos textuales en torno al portfolio, unificando las tipologías textuales (expositivo, argumentativo, narrativo, dialógico...) y el proceso de escritura.
Claro que tenemos que unificar los criterios, pero no en torno a un cuaderno, sino basándose en el portfolio.
Hablar de textos de es hablar de la "libreta". Podemos hablar de textos en papel, de textos pautados... como productos independientes presentados en papel o de forma electrónica, almacenándolos en un portafolio o en un portafolio electrónico.
Sinceramente, la utilización obligatoria de un cuaderno de clase me parece algo del pasado, y, atención, no todo lo antiguo es malo. Atendiendo a las recomendaciones del Marco, y de su PEL, debemos unificar ortografías, márgenes, tipología textual, registro, caligrafía... en torno al texto como unidad independiente, clasificable en un portafolio para mostrar el progreso, en el que el alumno tiene protagonismo a la hora de seleccionar y mejorar el producto.
Hay aprendices lineales y aprendices caóticos. Mucho se ha discutido sobre si la adquisición de una lengua es un proceso lineal o caótico, y las dos vertientes coexisten, no en la teoría, sino precisamente en la riqueza palpable de estilos cognitivos.
Pero bueno, escuchémonos, según el Marco, y veamos si nos adaptamos a los tiempos o seguimos anclados en un pretérito cuestionado y cuestionable.
Salud, lectura, y ortografía, siempre.
Carlos