En la pasada semana, aprovechando las noticias que últimamente aparecen en radio y televisión sobre la desigualdad entre mujeres y hombres, comencé un diálogo con el alumnado de 1º de Administración y finanzas, sobre la "masculinidad" en el vocabulario que se usa habitualmente en la sociedad, y que tan asentado está.
Tuvimos un pequeño debate, en el que una pequeña parte del alumnado estaba a favor de seguir con esta terminología, con el argumento que todo el mundo sabe que normalmente cuando se habla en masculino, se refiere también a femenino. Como ejemplo, decían que se decía bombero y no bombera. Ante esto, se comentó que, posiblemente, era debido a que desde hace mucho tiempo, el hombre era quien realizaba este tipo de trabajo; así que estas palabras que representan a profesiones, son masculinas o femeninas, en función del sexo de la persona que habitualmente lo desarrolla. Sin embargo la sociedad ha ido cambiando a lo largo de estos últimos años y no así su vocabulario, que algunas/os entendemos como machista.
Una alumna comentó sobre la importancia que se le da a la labor profesional del hombre, en detrimento de la mujer, y puso el ejemplo de Master Chef, donde en una de las temporadas, ganó una mujer el concurso y quien le dio el premio, una chef de prestigio, le dijo que esto que había conseguido era muy difícil en el mundo culinario, donde la mujer está casi siempre en segundo término.
Siguiendo con el ejemplo de la cocina, estuvimos hablando sobre la importancia de la mujer en la alimentación de la familia y de la incongruencia, de que, si todas/os valoramos tanto las comidas de nuestras madres, y decimos que son las mejores, cómo es que a la hora de pasar al apartado profesional, la labor de la mujer en la alta cocina no está tan bien valorada.
Después incluí el término económico en el debate de clase, preguntándoles sobre qué diferencias creían que habría entre los sueldos de mujeres y hombres. La cifra más alta que dijeron, fue del 7%. Todas/os se alarmaron cuando les mostré una tabla con los datos de las brechas salariales en Andalucía (extraída del informe sobre discriminación salarial de UGT, del año 2016: https://goo.gl/dKzIiR), donde pudieron observar, que por ejemplo en Cádiz la diferencia es de un 30%.
Hablamos sobre la igualdad de salarios en la Administración Pública, que sin embargo, como veíamos en la tabla, no se produce siempre en el sector privado. Uno de los alumnos, que trabaja en el sector de asesoría, comentó que no conocía empresas que ante el mismo puesto de trabajo, pagaran diferente a mujeres y a hombres. Sobre todo, debido a que las empresas deben cumplir con la legalidad laboral. Sin embargo, aclaró, que esto debería pasar porque aunque realicen las mismas funciones y tengan iguales responsabilidades, a las mujeres se las contrataría en un puesto de trabajo inferior al del hombre.
Aprovechando que estábamos en clase de informática y trabajando las hojas de cálculo. Les pedí que copiaran la tabla de sueldos, y que hicieran un formulario para que cualquier persona pudiera comparar las dos provincias que quisiera y que se pudieran visualizar en un gráfico.
Adjunto vínculo al archivo excel e imagen de un ejercicio de un alumno.
En la próxima semana, aprovechando que en 1º de Gestión administrativa, vamos a trabajar con PowerPoint, sacaré este tema a debate y pediré al alumnado que haga una presentación sobre la desigualdad entre mujeres y hombres.
http://goo.gl/Ona5I8
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