Estimados compañeros y compañeras:

 

Cuando hablamos de la discriminación por razón del género, es importante diferenciar entre derechos e igualdad.

¿Deberíamos de tener, hombres y mujeres, los mismos derechos? SÍ

¿Somos iguales hombres y mujeres? NO

Es obvio qué físicamente no somos iguales.

Está demostrado científicamente que nuestro cerebro no actúa de la misma forma.

Los estudios del comportamiento humano también han demostrado diferencias entre hombres y mujeres.

La naturaleza le dio a la mujer el don de ser madre....

Pienso que deberíamos aceptar que somos diferentes, pero que ello no tiene por qué implicar diferentes derechos. Todos y todas deberíamos tener los mismos derechos ante la ley.

Veamos 2 ejemplos:

LA FUERZA FÍSICA: Como norma general, el hombre tiene más fuerza física que la mujer y sólo es cuestión de genética. De hecho, las exigencias en las pruebas físicas que hay que superar para acceder al ejército son menores en las mujeres que en los hombres.¿Por qué?

MATERNIDAD: Sólo la mujer puede quedar embarazada y esto es obra de la naturaleza.

Pero ahora los papeles están cambiando, y las mujeres queremos realizar trabajos que requieren una gran fuerza física y los hombres quieren la custodia compartida en el caso de divorcio o separación. Pienso que un trabajo deberá realizarlo la persona más cualificada para ello, sea hombre o mujer. Y pienso, que una batalla que teníamos ganada, como es la custodia de los hijos, la estamos perdiendo, y todo porque queremos ser iguales aunque la naturaleza y la genética digan lo contrario. Ahora cada vez hay más hombres que piden la custodia compartida y no nos damos cuenta del daño que hacemos a nuestros hijos que están cambiando continuamente de domicilio con el consiguiente trastorno emocional que ello produce. Nuestros hijos e hijas necesitan estabilidad y no tantos cambios.

A veces nos quejamos de que perdemos experiencia laboral por dedicarnos al cuidado de nuestros hijos y yo digo, ¿hay algo mejor que ser madres? Yo como mujer, no lo cambio por nada. Soy mujer trabajadora, pero ante todo soy madre y es lo mejor que me ha pasado en el mundo. Durante los primeros años de vida de mi hijo pedí varias excedencias en mi puesto actual, pero lo hice porque quise; el padre también pudo pedir excedencia en su trabajo, pero yo  no estaba dispuesta a perderme sus primeros pasos, sus primeras palabras...En definitiva, es un sacrificio que hacemos porque queremos y como todo, tiene sus consecuencias. Somos madres porque así lo decidimos y dejamos a una lado nuestra vida profesional durante un tiempo para dedicarnos  a nuestros hijos porque así lo queremos.

Nosotros como docentes, vemos a diario la diversidad que existe en las aulas, pero todos y todas tienen algo en común, el derecho a la educación.

De la misma manera, hombres y mujeres somos diferentes(que aburrido sería lo contrario), pero todos y todas deberíamos de tener los mismos DERECHOS.

ORGULLOSA DE SER MUJER, MADRE Y TRABAJADORA.