Después de reunirnos para analizar el desarrollo del proyecto, resumimos el trabajo que hemos realizado hasta ahora y extraemos algunas conclusiones:
Hemos seguido el calendario de actuaciones integrado en nuestro proyecto de trabajo, en el que establecimos las tareas individuales que haría cada uno así como el trabajo que haríamos en grupo.
Lo primero que hicimos fue unificar el lenguaje de clase en los idiomas que estudian nuestros alumnos (inglés y francés), con el fin de fomentar la expresión oral en el día a día en nuestras clases. Para ello, acordamos las expresiones más usadas y realizamos murales con los alumnos para reforzar el uso de la lengua en clase.
En segundo lugar, consultamos varias páginas web y publicaciones para documentarnos sobre el tema.
Después, cada uno se encargó de buscar dos actividades orales para llevar a cabo con sus grupos. Las actividades debían ser motivadoras y adecuadas para el nivel y las características del grupo. Una vez que las terminamos, creamos un banco de actividades orales para que podamos aprovechar también las actividades propuestas por los compañeros.
La siguiente tarea que hemos realizado ha sido la elaboración de una rúbrica común para la evaluación de las actividades orales. Consultamos otras rúbricas ya elaboradas y nos reunimos varias veces para decidir qué aspectos debíamos incluir en la nuestra y hacer una rúbrica que fuera práctica. Decidimos, además, que elaboraremos también una rúbrica de co-evaluación para los alumnos, para involucrarlos en la actividad de manera activa, evaluando a sus compañeros con una rúbrica sencilla y fácil de usar para ellos. Tras varias reuniones, ya tenemos la versión definitiva de nuestra rúbrica. La hemos compartido con el coordinador de área (jefe de departamento de Lengua) y la coordinadora bilingüe, que participa en este grupo de trabajo, para promover el uso de la misma rúbrica en todo el centro y conseguir que los alumnos tengan claro qué se espera de ellos en las presentaciones orales.
Algunos hemos puesto en práctica ya algunas de las actividades con los alumnos en clase, y continuaremos trabajando según lo previsto en el proyecto.
Después de resumir el trabajo realizado, podemos afirmar que el progreso del proyecto es positivo, ya que todos hemos cumplido con las tareas que teníamos encomendadas. Consideramos que es muy interesante compartir actividades y recursos con los compañeros, así como unificar criterios en los trabajos que hacemos con los alumnos. Destacamos la elaboración de la rúbrica común; por un lado, la rúbrica facilita nuestro trabajo para evaluar y unifica los criterios de evaluación; y por otro, favorece el desarrollo de la competencia comunicativa y la mejora de la expresión oral de nuestros alumnos.