En este grupo de trabajo nos centramos en el análisis de la expresión y la interacción oral de distintos candidatos que se presentan a los niveles B1 y B2. Hasta el momento hemos realizado dos sesiones y han sido de gran utilidad.
Todos los compañeros hemos analizado distintas grabaciones de alumnos que han obtenido notas que oscilan entre el 40% y el 60%, ya que es en estos casos donde puede aparecer una mayor disparidad de opiniones entre el profesorado examinador.
En estas dos sesiones nos hemos centrado en la evaluación de alumnos para B2, tanto alumnos oficiales como alumnos libres.
Al inicio de la primera sesión leímos en voz alta los criterios de evaluación que se recogen en el Portfolio Europeo de las Lenguas con el fin de ser conscientes de los requisitos que se exigen para cada nivel.
Todos los compañeros habíamos analizado previamente en casa las grabaciones correspondientes y les habíamos otorgado una nota, por lo que en la sesión compartimos todas nuestras anotaciones con el fin de llegar a un consenso sobre la nota que se le debería asignar al alumno.
Tras analizar varias grabaciones, la conclusión a la que llegamos es que para poder aprobar, los candidatos deben ser capaces de comunicar inteligiblemente y cumplir la tarea que se les ha asignado sin necesidad de que el examinador tenga que realizar un gran esfuerzo para entender el mensaje. Por supuesto, en el nivel B2, el alumno debe expresarse con fluidez y debe ser capaz de usar estructuras gramaticales y léxico acorde a este nivel.
Una vez que pusimos nuestras anotaciones en común, llegamos al consenso de que gran parte de los candidatos que hemos evaluado no deberían aprobar debido a que cometen graves fallos gramaticales de niveles inferiores, no utilizan estructuras gramaticales o léxicos de ese nivel y sus intervenciones carecen de fluidez.
Cabe destacar que no es necesario que los alumnos alcancen la perfección a nivel lingüístico para poder aprobar, pero deben ser capaces de comunicar utilizando construcciones gramaticales y vocabulario de su nivel sin cometer demasiados fallos. Además, en ningún caso se permitiría que los alumnos repitiesen continuamente errores muy básicos en estructuras de niveles inferiores.
El trabajo que estamos realizando en las sesiones nos ayuda a unificar nuestros criterios de evaluación (siempre de acuerdo al MCERL) y a centrarnos en los puntos que son verdaderamente importantes a la hora de evaluar al alumnado. Esto nos permite dar una mejor formación a nuestros alumnos a nivel de expresión e interacción oral así como evitar posibles desacuerdos entre los miembros del tribunal examinador de las Pruebas Unificadas de Certificación de junio y septiembre.