Formación en centros

Imagen de fondo del tipo de comunidad

Atendiendo a los resultados recogidos en la memoria de autoevaluación del centro, surge la necesidad de formación en materia de convivencia para dotar al claustro de todas aquellas herramientas que le puedan facilitar su trabajo en el aula.

Blog Blog

Atrás

TAREA DE ABRIL

Estimados/as compañeros/as, como tarea del mes de abril debemos realizar la lectura del capítulo 6 del libro El profesor emocionalmente competente y un análisis y comentario sobre el mismo a partir del hilo de discusión que he abierto al respecto.

Comentarios
Añadir comentario
Javier Torrico Pérez
El capítulo me parece bastante interesante ya que de nuestro autocontrol dependerá en gran medida el buen desarrollo de nuestras clases. Creo que todos/as habremos sentido en algún momento de nuestra práctica docente cómo la impulsividad se apodera de nosotros y la sensación amarga que te deja al no haber sido capaz de controlar del todo la situación.
Me ha gustado mucho la definición del autocontrol que aparece en el libro "El autocontrol, símbolo de madurez, es una capacidad crítica para el éxito y las relaciones personales, absolutamente necesaria tanto en profesores como en alumnos, además de ser la base de una perspectiva resiliente ante las adversidades, que evita muchos sufrimientos posteriores".
Como podemos apreciar en la definición se alude tanto al alumno como al profesor y creo que esto es esencial para poder empezar a controlar nuestro autocontrol.
También me ha llamado la atención las recomendaciones, consejos, herramientas o ideas para poder controlar nuestro autocontrol a través de mensajes internos para mantener la calma y el control de la clase, por ejemplo, el de "no sé lo que haré, pero lo haré tranquilamente". Creo que es un buen método que se puede aplicar en determinas clases, sobre todo en secundaria, donde a menudo nos encontramos con alumnos/as disruptivos/as que no tienen ningún interés por la vida académica y a los que les da lo mismo cualquier tipo de sanción ya que no tienen ninguna intención de seguir estudiando.
Publicado el día 19/04/18 13:07.
Rubén García Expósito
Tras la lectura del capítulo, he recabado algunas ideas para analizar:
1. El estrés se combate con autocontrol; es decir, debemos aplicar antídotos balsámicos para reducir niveles exagerados de ansiedad.
2. Marcar objetivos temporales. En el capítulo habla de probar a tomarnos las cosas con calma durante una hora; una medida que podríamos extrapolar a otra temporalización y que podríamos aplicar en cada una de las pequeñas situaciones que se vayan generando en las aulas.
3. La idea de enseñar más con lo que hacemos que con lo que decimos debe ser notoria. Debemos predicar una actitud que sea ejemplarizante para el alumnado, y de esta manera, conseguir una mejora o idoneidad en su comportamiento.
4. Debemos de utilizar una actitud táctica. ¿De qué manera? Contextualizando cada conflicto, y desvinculando lo acaecido del hecho personal; desligándolo de la subjetividad y tomando conciencia de lo ocurrido desde un enfoque objetivo en el que las filias y las fobias no tienen cabida.
5. Debemos evitar contagiarnos del malestar y de la negatividad que puedan generarse, anticipando y limitando el nivel de ansiedad que podamos sentir
Publicado el día 24/04/18 10:30 en respuesta a Javier Torrico Pérez.
Juan Antonio Macías Juárez
Buenos días compañeros/as . El capítulo concerniente al autocontrol, dominio sobre sí mismo, me ha parecido muy interesante. Es fundamental canalizar todo el estrés psíquico que provoca la interacción con el alumnado y mostrarse asertivo dado que como profesores tenemos la responsabilidad de ser ejemplos de conducta moral y ética; si el profesorado no se controla a sí mismo, difícilmente tendrá garantizado un ambiente cordial en el aula. como profesores no podemos mantenernos el lujo de ser impulsivos , sino que debemos ser competentes en el control de nuestras emociones, como índice de madurez de personalidad equilibrada; debemos esperar que las primeras impresiones nocivas que envía la amígdala al cerebro neuronal de la corteza prefrontal , se relajen y maduren, para evitar cualquier signo de irritabilidad, frustración, ansiedad y consecuentemente de arrepentimiento ante una conducta tóxica por nuestra parte. Considero que los objetivos temporales y específicos que se plantean son útiles y graduales dado que permite que inhibamos reacciones emocionales rápidas desencadenas por la vía neuronal inferior y nos capacita para reacciones más calibradas y sopesadas . Es importante hablar en un tono deliberadamente bajo, lento especialmente cunado la situación sea tensa; de este modo evitaremos caer en las provocaciones del alumnado y caer en una escalada de conflictos, que acabaría por restarle poder y suministrar al alumnado la satisfacción de "sacar de sus casillas " al profesorado. De este modo evitamos el síndrome del profesor quemado, cuyas características identificativas son el descenso de interés por el alumnado, insatisfacción profesional, frialdad en el trato y agotamiento emocional. Para ello es imprescindible canalizar y transformas las impresiones negativas con las que a diario nos enfrentamos, máxime cuando las familias no colaboran en el proceso de enseñanza-aprendizaje de sus hijos; es importante no saturarnos con objetivos o metas que difícilmente podemos cumplir cunado nos saturamos con más obligaciones de las que podemos realizar; para ello priorizaremos y diferenciaremos las tareas urgentes de las principales, procuraremos no aplazar tareas, seremos realistas con las mismas y en los casos pertinentes delegaremos en otras personas el trabajo expletivo.

Un cordial saludo
Publicado el día 25/04/18 10:28.
Estrella Muñoz Arcos
Al igual que mis compañeros, creo que el capítulo que hemos leído recalca algunas ideas claves que pueden ser muy útiles en nuestra práctica docente:
1. Autocontrol: hay situaciones que nos sobrepasan en el aula, y si no controlamos nuestros impulsos puede conllevar consecuencias negativas que no nos llevan a nada.
Nuestra profesión genera en momentos determinados estrés y ansiedad, por lo que tenemos que aprender estrategias para que sepamos darle la vuelta a estas situaciones.
2. El profesor enseña más con lo que hace que con lo que dice, por lo tanto un estilo comunicativo relajado devolverá respuestas en el mismo estilo.
3. Tener perspectiva táctica, es decir, saber separar lo personal de lo profesional. No caer en las provocaciones de los alumnos y responder de la misma manera. Tenemos que interpretar las conductas de los alumnos siempre en función del contexto.
4. Relativizar situaciones y darle a cada situación la importancia que merece, implicándonos profesionalmente pero sin que llegue a provocarnos una alteración emocional negativa.
Publicado el día 25/04/18 13:16 en respuesta a Juan Antonio Macías Juárez.
Rocío Calle Segura
Estimados compañer@s,
tengo que decir, que tras las lecturas que hemos realizado, ésta es la que me ha parecido más interesante, ya que todos los que compartimos esta profesión sufrimos en algún momento estados de estrés y anseidad en el aula.
He encotrado útil todos los consejos que se proponen, desde establecer objetivos pequeños, como semanales a objetivos más generales y aplicables a ciertas conductas predecibles de determinados alumn@s que normalmente nos alteran, de forma que sabremos cómo actuar en función de determinadas situaciones y así, no seremos víctimas de ese estrés que nos ataca en éstas situaciones.
Por otro lado, tal y como nos dice el capítulo, crear un ambiente calmado en clase puede ayudarnos a transmitir esa serenidad y evitar respuestas agresivas.
Finalmente, es primordial que tod@s sepamos separar la vida laboral de la personal e intentar que los problemas del aula no nos afecten en nuestro día a día, evitando de esta forma el síndorme de profesor quemado.
Publicado el día 27/04/18 12:30.
Manuel Suárez Luna
El capítulo expone la importancia del autocontrol, entendido como la capacidad de suspender algunas acciones para pensar antes de actuar, que para el docente lo considera imprescindible ya que no puede permitirse el lujo de ser impulsivo y perder la autoridad moral frente a su alumnado. También aborda la vigilancia del nivel de ansiedad proponiendo una serie de estrategias para entrenar la calma, utilizando un estilo comunicativo balsámico, evitando el contagio emocional y haciendo una administración racional del tiempo.
Publicado el día 27/04/18 16:27.
Juan José Pérez Martín
Desde mi punto de vista, el autocontrol es fundamental para evitar efectos perjudiciales hacia los demás y hacia nosotros mismos, por lo tanto debemos aprender a canalizar las emociones en beneficio propio. También tenemos que tener en cuenta que el autocontrol debe estar presente en el profesor y el alumno, por lo tanto el estrés se combate con el autocontrol.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que menciona el autor referente a no caer en las provocaciones del alumnado, ya que en caso contrario se respondería con la misma carga emocional ¿negativa¿, restando poder y valor al profesor.
También considero muy interesante el mantenimiento del nivel de ansiedad, observando las causas de ello a través de las estrategias de acción directa y las estrategias paliativas de protección emocional.
Publicado el día 1/05/18 18:29.
María Ángeles Palma Sánchez
Efectivamente, la lectura de este capítulo me ha resultado especialmente interesante porque corrobora el alto riesgo emocional que genera nuestra profesión al mismo tiempo que nos ofrece estrategias para intentar eliminar o, al menos, reducir el nivel de ansiedad que en determinadas ocasiones alcanzamos ante situaciones incontrolables con un grupo o con alumnos o alumnas de manera individual. Uno de los aspectos que más me ha llamado la atención es que debemos aceptar que nos conviene ser competentes en el control de nuestras emociones y que debemos admitir que presentamos respuestas diferentes ante la misma circunstancia y que, por lo tanto, lo esencial es centrarse en las posibilidades de mejora de cada uno, de manera individualizada, solo mirando hacia nosotros mismos podremos solucionar o controlar situaciones adversas.
Considero clave aprender a ocuparnos, mejor que preocuparnos. De este modo podríamos activar los recursos necesarios para afrontar en las mejores condiciones las situaciones complicadas.
Publicado el día 3/05/18 16:07.
Miguel Andrés Castaño
Me gusta mucho la frase de Séneca que hay casi al principio (el más poderoso es el que tiene poder sobre sí mismo).
Estoy de acuerdo en lo importante que es el autocontrol en el profesorado por el hecho de que somos modelos a seguir por el alumnado (aunque no lo creamos copian muchos de nuestros comportamientos).
Creo que es interesante tener alguna táctica para evitar ataques de ira, planificar ayuda a no improvisar y el autocontrol es importante porque improvisar lleva a tener una clase adecuada.
El síndrome del profesor quemado es uno de los mayores riesgos en educación, por lo que hay que evitarlo por todos los caminos.
Publicado el día 6/05/18 20:17.
María Antonia Caballero Martín
El capítulo me ha parecido, al igual que a mis compañeros, realmente interesante. Se basa principalmente en el autocontrol del profesorado en situaciones extremas dentro y fuera del aula (familias, relaciones con compañeros, etc). Además se mencionan otros conceptos igual de importantes como el estrés, la ansiedad y las estrategias tácticas.
El éxito o fracaso de nuestra práctica docente depende de un buen control y manejo de cada uno de los términos señalados. La experiencia y la madurez del profesor hace que la templanza sea una de las mejores virtudes en nuestra profesión, entrar en provocaciones y pérdida de nervios hace que una situación desemboque en un caos difícil de parar.
Publicado el día 7/05/18 10:53 en respuesta a Javier Torrico Pérez.
Joaquina Teresa Rincón Gómez
Está claro y es una evidencia que para un desarrollo pleno y satisfactorio de la labor docente, el autocontrol de uno mismo desempeña un papel primordial. Está demostrado que la impulsividad genera situaciones negativas que sólo nos provocan estrés y por consiguiente caemos en estados de ansiedad y a veces de frustración que nos impiden avanzar en nuestro quehacer cotidiano. Reaccionar de forma acalorada no es ni de lejos la solución del problema, más bien nos bloquea. El objetivo es no perder los nervios, porque se enseña más con lo que se hace y se siente que con lo que se dice. No se debe caer bajo ningún concepto en las provocaciones de alumnos conflictivos. La experiencia nos ha demostrado que nosotros los profesores estamos muy por encima de esos obtáculos y debemos superarlos con nuestro saber hacer.
Es muy importante, por otro lado, desarrollar técnicas que desde el sentido común y la calma nos permitan estar al tanto de las circunstancias y no caer en estados de ansiedad que ni favorecen el proceso de enseñanza-aprendizaje del alumnado y lo que es peor pueden producir desequilibrios en nosotros mismos. Nuestra máxima será que las situaciones complicadas en el aula nos afecten lo mínimo en nuestra vida personal. Lo que he aprendido a lo largo de mis años de experiencia y que corroboro en lo que se habla en este capítulo es que la precipitación en tomar decisiones de forma acalorada e impulsiva no conducen a nada. La calma nos ayuda a pensar antes de actuar. Este hecho, nos permite regular nuestras emociones, controlar nuestros impulsos y evitar efectos perjudiciales que van en detrimento del clima clase, por lo tanto en detrimento de la enseñanza y de nosotros mismos.
Publicado el día 8/05/18 12:21 en respuesta a Javier Torrico Pérez.
Rocío Alamillos Álvarez
Personalmente creo que el capítulo sobre el autocontrol puede servir para hacernos reflexionar sobre aspectos que teóricamente todos sabemos pero que a menudo olvidamos en nuestro día a día, aunque no siempre ni todas las personas, claro está.

La lectura incluye algunas ideas que creo se merecen destacar como que la de que siendo impulsivos perdemos toda la autoridad moral, pues nos rebajamos al mismo nivel del alumnado cayendo en sus trampas provocadoras. Nos guste o no, en la relación docente-alumnado, el adulto es el docente y es que debe actuar de acuerdo a lo que se espera de él. Es más, si exigimos al alumnado un comportamiento no podemos predicar con otro distinto. También es muy interesante la idea de que el estrés se combate con el autocontrol. Efectivamente, el estrés es un indicador de que algo no está funcionando en nuestro contexto educativo concreto y solo podremos evitar estrés si aprendemos a combatirlo con medidas como el autocontrol, que a la vez nos pone en una situación de ventaja para resolver los conflictos.

Por último, y tal como vimos en el curso de convivencia, cierto alumnado de comportamiento disruptivo continuado genera estrés en nuestra labor cotidiana pero solo tratando de indagar qué causa esa continua resistencia hacia nosotros nos podría dar la clave para tratar el problema real, el del fondo, y así encontrar otra actitud en el alumnado. Si nos chocamos con la punta del iceberg y no vemos todo el hielo que hay debajo, difícilmente podremos rodearlo sin volver a chocarnos. Yo personalmente me comprometo a tratar de mejorar mi autocontrol en clase, teniendo presentes estas medidas y consejos propuestos en el capítulo.
Publicado el día 8/05/18 20:30.
Nuria Ventura Fernández
Creo que es importante lo que nos aporta este capítulo 6. Pero es importante no solo en el contexto de la clase, sino ante cualquier situación donde la toma de decisiones es muy frecuente. Pienso que es fundamental partir de la "diversidad" de la que habla el texto, y aque cada profesor tiene mayor o menor control de sus reacciones y no "todo"" se puede controlar.
Son interesantes algunas actividades propuestas. Concretamente, he realizado con frecuencia la actividad 20 y es bastante efectiva.
Es evidente que controlando los impulsos, emociones...se creará un ambiente de confianza que facilitará el aprendizaje en buena medida. El ser consciente de que tenemos en frente a 20, 25, o 30 personas que están esperando conocer nuestras reacciones ante determinadas situaciones y/o conflictos,ayuda a ver la importancia de empeñarnos en aprender y ejercitar dicho autocontrol.
Son tantísimas las tareas a realizar en una clase, la toma de decisiones que hay que tomar que es decisivo en muchas ocasiones la actitud del profesor.
Publicado el día 9/05/18 10:01.
María Mercedes Soriano Fuentes
Tras leer el capitulo 6. Autocontrol: el profesor calmado y reflexivo, he llegado a algunas conclusiones:
- La importancia del autocontrol, en la que los docentes no nos podemos permitir el lujo de ser impulsivos.
- La madurez es el dominio de la reflexión sobre la emoción.
- El estrés se combate con autocontrol. NO SE QUÉ HARÉ PERO LO HARÉ TRANQUILO.
- Voy a poner en práctica el ejercicio de autocontrol.
- Hablar en tono bajo y lento rebaja la línea de tensión.
- Hay dos tipos de estrés: el saludable-activador y el tóxico-paralizante.
Publicado el día 11/05/18 12:36.
Ana María Retamosa Reyes
Buenos días,
En primer lugar decir que tras la lectura del capítulo coincido con mis compañeros/as en que subraya algunos aspectos esenciales de nuestra práctica docente diaria.
Está claro que en el aula vivimos situaciones muy diversas que pueden ser más o menos problemáticas y que pueden llegar a "superarnos", por lo que resulta imprescindible que todo docente sea capaz de controlar la ansiedad o estrés que de ellas se deriven. Como se lee en el capítulo: "el estrés produce más estrés y nos vuelve más vulnerables". Asimismo, resultan interesantes los ejemplos de estrategias que nos proporciona el texto y que tienen la finalidad de conseguir mejorar nuestro autocontrol, como pueden ser: los mensajes internos (frases-mantra), marcarnos objetivos temporales (de forma que vayamos aumentando el plazo temporal a medida que vamos controlándonos) u objetivos específicos (prepararnos para lo que haremos en determinados contextos).
Por otra parte, es evidente que una de las características principales del proceso educativo son las relaciones interpersonales. Se ha dicho con frecuencia que la educación es una cuestión de "ósmosis", es decir, se comunica por "contagio". Lo que hace indispensable que atendamos especialmente la dimensión emocional dentro del aula y tengamos especial cuidado cuando lo que se transmiten son emociones negativas. Por ello en el capítulo nos recomiendan evitar el contagio emocional negativo preparándonos de forma anticipada y no respondiendo ante determinadas provocaciones.
Publicado el día 12/05/18 9:26.
María Teresa López De la Torre
Buenos días compañer@s!
Tras realizar la lectura de la tarea de Abril, coincido con otros docentes al afirmar que me ha resultado entretenida, útil e interesante. Es cierto que en algún momento somos protagonistas de ejemplos descritos pero no ha faltado o fallado el autocontrol y controlar nuestra impulsividad. Como seres humanos que trabajamos con más seres humanos no debemos caer en el bucle de conflicto con el alumnado, debiendo separar lo profesional del ámbito personal; sin embargo el stress y ciertos periodos con trabajo acumulado no nos ayudan. Me ha resultado especialmente interesante la idea de recitar "frases mantras" a modo de calentamiento u objetivo previo al aula. Y, al igual que los deportistas realizan su calentamiento previo al inicio de la actividad física, creo que a los docentes nos falta concienciación previa al inicio de nuestra actividad, ya sea mental o incluso en el uso de la voz, aspecto muy ligado a lo emocional. Por último destacar que debemos regular esa ansiedad tóxica engendrada muchas veces por el agobio en programaciones, contenidos y tiempo; aspecto que debemos intentar regular equilibrando nuestras exigencias a la realidad que nos rodea. Creo que son estas ideas, tiempo y diversificación de tareas, en las que debemos seguir trabajando.
Publicado el día 14/05/18 10:25 en respuesta a Ana María Retamosa Reyes.
Manuel Paniagua Gómez
Capítulo muy interesante tanto para profesores como para cualquier colectivo e incluso para tu vida personal.
Me gustaría destacar varias cosas:
Tener siempre en cuenta que tratamos con alumnos, lo creo ayuda a la hora te conseguir ese autocontrol.
Evitar o al menos tener en cuenta el factor del "contagio emocional" debido a el trato social que nuestro trabajo conlleva: alumnos , compañeros, familia..
Y por último una buena gestión del tiempo en aquellos momentos con un cúmulo intensivo de carga de trabajo.

Por añadir algo más, y que creo que es uno de los motivos que más "ansiedad" generan en nuestro colectivo hoy día, destacar, y copio literal : "continuos cambios normativos, con la consiguiente inseguridad y desorientación que generan cuando no son claros y no van acompañados de aclaraciones y formación suficiente".
Publicado el día 14/05/18 13:38.
Sonia Díaz Díaz
El capítulo nos muestra algunas estrategias a seguir para fortalecer el autocontrol tanto en el día a día como en situaciones específicas. Gestionar de forma adecuada nuestras emociones y que no sean nuestros estados anímicos los que nos manejen a nosotros. Pararse a pensar sobre lo que sentimos y, a partir de ahí, actuar. Teniendo bajo control nuestras emociones, al tener mayor claridad de pensamiento, podremos tomar las decisiones más adecuadas; además, el capítulo nos hace reflexionar sobre la necesidad de ser consciente de nuestras limitaciones y esfuerzos. No nos debemos sentir frustrados si se da el caso de no satisfacer o haber logrado aquello que nos proponíamos desde un comienzo. Esto no quiere decir que no nos ilusionemos o nos propongamos metas, sino ser consciente de que no siempre se consigue y no siempre somos nosotros los que fallamos. De ahí, que el texto nos haga ver la importancia de pedir ayuda o de repartir aquellas tareas que creamos convenientes.
Debemos remarcar que, aunque no podamos controlar todas las situaciones, podemos ensayar numerosas técnicas a utilizar en determinados momentos. Así, estos ensayos podrán ser extrapolados y generalizados a situaciones similares.
Publicado el día 14/05/18 16:38.
José Llorente Largo
Nada más que añadir a los compañeros.
Si acaso apuntar esta frase: "No llevar los problemas de casa a clase ni los de clase a casa".
Fácil de decir, difícil de conseguir al 100%. En ello estamos.

Saludos
Publicado el día 14/05/18 21:16 en respuesta a Javier Torrico Pérez.
Rocío Martínez Porras
Yo, la verdad, creo que como pie para una reflexión ligera no está mal. Las estrategias derivadas del paradigma psicológico cognitivo-conductual como el entrenamiento en autoinstrucciones que se propone en el capítulo, me parecen dar un pasito a la toma de conciencia del estado emocional. Personal y profesionalmente, cada vez me alejo más de ese paradigma pero bueno, tiene su cierta utilidad. Yo considero que cualquier persona que trabaje con personas, como es nuestro caso, más que "autocontrolarse" debe "autoconocerse" que es un proceso más complejo aunque realmente, más transformador.
Publicado el día 18/05/18 11:41 en respuesta a José Llorente Largo.

Miembros Miembros

Foto de María Luna Bautista Romero

María Luna Bautista Romero

Foto de Javier Torrico Pérez

Javier Torrico Pérez

Foto de María Antonia Caballero Martín

María Antonia Caballero Martín

Foto de Estrella Muñoz Arcos

Estrella Muñoz Arcos

Foto de Francisco Asís Luis Orti Díaz

Francisco Asís Luis Orti Díaz

Foto de Lidia Caballero Carrillo

Lidia Caballero Carrillo

Foto de Rocío Martínez Porras

Rocío Martínez Porras

Foto de María Ángeles Palma Sánchez

María Ángeles Palma Sánchez

Foto de María Jesús Corbacho Hipólito

María Jesús Corbacho Hipólito

Foto de Miguel Andrés Castaño

Miguel Andrés Castaño

Mostrando 10 de un total de 44 usuarios Ver más Mostrar todos