En primer lugar se insiste en que no debemos seguir en nuestra práctica docente

con el hábito de identificar la evaluación solo con exámenes y la valoración cuantitativa de los mismos siendo esto determinante. Según la normativa la evaluación ha de ser continua y formativa y debe hacerse a lo largo de todo el proceso evaluativo.

                        Con esta evaluación continua y formativa se irán paliando las dificultades y carencias que se vayan produciendo en la adquisición de contenidos por el alumnado.

                        El coordinador del grupo informa que la evaluación final constituye por un lado la evaluación ¿del¿ aprendizaje mientras que la continua y formativa es la evaluación ¿para ¿ el aprendizaje. La primera trata de medir el grado de consecución de los objetivos mientras que la segunda ayuda a modificar el proceso educativo adoptando medidas conducentes a mejorar los resultados en función de lo observado.

                         A continuación informa que los estándares de aprendizaje y los criterios de evaluación son los referentes específicos a tener en cuenta para la evaluación.  Los estándares de aprendizaje servirán para concretar lo que el alumnado debe saber, comprender y hacer en cada asignatura. Para ello deben ser medibles, observables y evaluables. Los criterios de evaluación deben describir lo que se quiere valorar y lo que el alumnado debe lograr.

                        A continuación el coordinador y su adjunto pasan a mostrar un ejemplo de propuesta de rúbrica partiendo de un criterio de evaluación al que se le aplican unos estándares de aprendizaje evaluables que son medidos mediante una rúbrica en cinco niveles de aprendizaje. Se comenta como ejemplo una propuesta de rúbrica elaborada por el coordinador referida al nivel de 2º ESO en la materia de Lengua Castellana y Literatura. De esta forma los componentes del grupo de trabajo observan la relación entre criterios de evaluación y estándares de aprendizaje como elementos indispensables en el proceso de evaluación.

                        Después se pone un ejemplo de ponderación de los criterios de evaluación de una materia. En concreto se comenta un ejemplo en el nivel de 1º ESO en la materia de Lengua Castellana y Literatura. Esta ponderación puede ser homogénea o equitativa dando un mayor tanto por ciento a unos criterios que a otros. En cualquiera de los dos casos, la suma de todos los criterios de evaluación de una materia debe sumar 100. En este ejemplo se ha hecho una ponderación equitativa combinando según los criterios la evaluación continua o aritmética trabajando así con los dos tipos de evaluación que según la normativa se deben trabajar tal como ya se comentó en el primer punto de esta sesión.

            Tanto la ponderación de los criterios de evaluación como la rúbrica se integrarán dentro de la UDI. Es por esto que el coordinador anima al grupo de trabajo a que la integren dentro de la UDI que están realizando para subirla a  la plataforma Colabora y poder comentar en la próxima sesión de trabajo del grupo.

             Por último, algunos integrantes del grupo manifiestan que la confección de la UDI está resultando bastante completa al abarcar muchos aspectos del proceso de aprendizaje pero al igual que en anteriores sesiones opinan que la elaboración de las UDIs llevaría mucho tiempo realizarlas y dentro del horario laboral y no laboral resulta imposible hacerlo en un período de tiempo razonable.