Grupos de trabajo

Imagen de fondo del tipo de comunidad

Este grupo de trabajo se plantea el estudio y recopilación de datos de una obra escultórica con diferentes tipos de deterioro, la conservación y restauración de la misma, así como la recogida de documentación fotográfica de todo el proceso. Este proceso será llevado a cabo por todos los componentes del grupo de trabajo e implicando al alumnado de la asignatura de "Taller de técnicas de restauración de dorado, plateado y policromía", con el objeto de que estos amplíen sus habilidades y conocimientos.

Blog Blog

Atrás

Diagnóstico y metodología de restauración en la escultura

Diagnóstico y metodología de restauración en la escultura
policromada

Notas tomadas de la publicación por Marisa Gómez González, Teresa Gómez Espinosa
Arbor CLXIX, 667-668 (Julio-Agosto 2001)
(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas
Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc)

Equipo de trabajo
Todos los estudios e investigaciones previos al tratamiento han de
ser realizados por un equipo interdisciplinar de profesionales compuesto
por historiadores, científicos, restauradores y, si procede, arquitectos,
cuando las esculturas se encuentren integradas en bienes inmuebles,
como es el caso de los retablos. Es esencial que todos ellos tengan
una formación global, a la vez que cuenten con una amplia experiencia
y estén sensibilizados para trabajar en este campo. De esta forma
estarán capacitados para contemplar la obra con el máximo respeto,
mantener un diálogo abierto y valorar, tanto el aspecto material y la
técnica de ejecución, como el histórico, artístico y funcional indispen-
sables para garantizar una intervención ejemplar.
Esta comisión de especialistas debe asumir, no sólo los trabajos
derivados de la intervención propiamente dicha, sino el seguimiento
posterior que corrobore la eficacia del tratamiento. También ha de
diseñar las condiciones de mantenimiento ¿exposición, almacenamien-
to,
traslados...¿ y controlar las incidencias que se produzcan desde
el momento final de la intervención, para prevenir futuras alteraciones
y resolverlas con mayor rapidez.
El restaurador
Se encarga de realizar un informe previo detallado de la naturaleza,
estructura y construcción de la obra y su estado de conservación, así
como de proponer el tratamiento de conservación que considere más
adecuado. El examen visual del especialista contempla el estudio del
soporte de la obra, incluidos la arquitectura en el caso de los retablos,
la peana en las esculturas de bulto redondo, y el marco en los relieves.
También refleja el aspecto del aparejo y la policromía propiamente
dicha, la presencia de postizos, capa de protección y el estado de con-
servación de cada una de las partes mencionadas. El proyecto de in-
tervención debe abarcar las fases de trabajo y la metodología empleada
en cada una de éstas, así como los productos utilizados.
El historiador
Debe hacerse cargo de reunir una documentación lo más exhaustiva
posible, por lo cual es necesario el trabajo en archivos y la recopilación
de noticias, ya sea bibliográficas, gráficas u orales, que puedan en-
contrarse, abarcando en su estudio, no sólo los aspectos históricos y
estilísticos, sino también los técnicos, así como la historia material de
la obra, averiguando su procedencia, los traslados de que ha sido objeto,
las anteriores intervenciones a las que haya podido ser sometida y
los eventuales agentes externos que hayan podido influir en su deterioro.
Gran parte de esta búsqueda consiste en revisar documentos de archivos,
tratados de la época, libros de fábrica de las iglesias y contratos de
obra, y en contrastar esta información con la suministrada por los
testigos presenciales de las últimas intervenciones o catástrofes rela-
cionadas con el estado actual del objeto. También hará constar todos
los datos de interés que surjan durante el tratamiento de la obra.
El personal científico
Interviene en el examen previo de la obra desde distintas pers-
pectivas. El estudio de conservación preventiva supone establecer las
condiciones más adecuadas que deberán mantener los recintos de expo-
sición de la obra, restauración o almacenamiento, así como los requisitos
exigidos para su traslado.
El personal del laboratorio implicado en el estudio diseña la se-
cuencia analítica a seguir para determinar la naturaleza del soporte
y las piezas que lo forman, la composición y estructura de los elementos
que constituyen las capas de policromía. El diagnóstico del estado de
conservación detecta o confirma las posibles alteraciones y sus causas.
Su objetivo es completar los datos históricos, conocer la técnica de
ejecución adoptada por el artista y el comportamiento de la obra a
través del tiempo hasta formar la imagen plástica que hoy se ofirece
a nuestra contemplación.
El tratamiento de restauración puede seguirse, desde el laboratorio,
por medio de ensayos previos, asesorando sobre los parámetros a tener
en cuenta en las distintas etapas y las ventajas e inconvenientes del
uso de los productos propuestos por el restaurador. Asimismo, es in-
teresante comprobar su eficacia, una vez finalizada la restauración.
Si se realizan además controles periódicos posteriores de las obras
restauradas, empleando parámetros objetivos de valoración, se eviden-
ciará antes cuádo será necesaria una nueva intervención.
Como vemos, el personal científico realiza tareas muy diversas y
utiliza muchas veces técnicas instrumentales complejas. Para que la
interpretación de los análisis sea idónea, recomiende las condiciones
ambientales más adecuadas o realice un correcto seguimiento, habrá
de conocer profundamente las técnicas y materiales de la escultura
policromada y la secuencia y los productos utilizados en los tratamientos.
Esto exige, no sólo una especialización creciente, sino una proximidad
continua en la labor de restauración. Científicos italianos que trabajan
en instituciones de reconocido prestigio, como el «Restauro» de Roma
y el «Opifeio delle piètre dure», de Florencia, han comprendido muy
bien la necesidad de que los científicos no trabajen de forma aislada,
sino «a pie de andamio», dando ejemplo de entrega y participación
en el trabajo, que son difíciles de igualar.
Estudio previo y seguimiento de la intervención
Los trabajos interdisciplinares deben efectuarse de forma paralela
y, tras exponer y discutir los resultados obtenidos, se tratará de es-
tablecer un diagnóstico y formular unas conclusiones adecuadas que
establezcan cuál ha de ser el tratamiento de conservación y restauración
más idóneo con mayores garantías y respeto hacia la obra. En caso
de que surjan problemas concretos que susciten polémica a la hora
de decidir el tratamiento, el equipo de trabajo deberá llegar a un
acuerdo común, sólidamente justificado, y nunca se actuará siguiendo
una decisión unilateral. La responsabilidad de la intervención no es
únicamente del restaurador, sino de todo el equipo y, si se considera
necesario, se puede crear una comisión asesora de seguimiento de los
trabajos, en la que también se pueden integrar, junto a los especialistas,
personas responsables designados por los propietarios.
No vamos a entrar a detallar los fimdamentos de las técnicas ins-
trumentales que contribuyen a la conservación preventiva, el estudio
previo y el seguimiento de una intervención, ya que han sido expuestos
en el número monográfico anterior de la revista, dedicado a la con-
servación del patrimonio artístico. Sólo mencionaremos las aplicaciones
más fi:*ecuentes de las técnicas habituales que sustentan el diagnóstico
de los daños que justifican el tratamiento de una escultura policromada.
Documentación fotográfica
El trabajo de los fotógrafos ha de reflejar el estado inicial de la
obra, anterior a la restauración y las distintas fases del proceso y el
resultado final, una vez aplicado dicho tratamiento. Efectúan tomas
generales, de las distintas vistas del objeto tridimensional y de los detalles
representativos desde el punto de vista estilístico y de los aspectos
relacionados con el deterioro, así como de las modificaciones que se
han producido durante la intervención. Esta documentación es esencial,
no sólo para demostrar el criterio seguido en el trabajo, sino como
ayuda de cualquier investigación de historia del arte que vaya a rea-
lizarse sobre la pieza.
Análisis físico
La fotogrametría es necesaria en los retablos y grandes conjuntos,
para identificar y registrar los posibles fallos estructurales: desniveles,
desprendimientos, desplomes, etc. Entre otras cosas, sirve de referencia
para el estudio iconográfico realizado por el historiador, la elaboración
de los mapas de daños por parte del restaurador y la localización
estricta de las muestras tomadas por químicos, biólogos y geólogos.
La planimetría, además del alzado principal, debe incluir las plantas
detalladas de los distintos cuerpos o partes que componen el conjunto
y una sección tomada desde el eje principal.

 

Comentarios
No hay ningún comentario aún. Sea usted el primero.

Miembros Miembros

Miembros no está disponible temporalmente.