Con lo que me costó aprobar el temario propio y he acabado trabajando con un alumnado que requiere un temario previo de recursos de gestión emocional y destrezas sociales.
Qué suerte que aparezca un equipo de orientación que hace que todo sea maravillosamente comprensible (a fuerza de infinitas horas de trabajo, claro está) con la capacidad y la paciencia de tirar de alumnos y profesores sin perder la sonrisa.
Siempre me asombra la de cosas que me quedan por descubrir en estas cosas del oficio. Igual que me asombra la disposición de los compañeros a aprenderlas y echar una mano hasta donde alcancen. Casi tanto me asombra el aparente desinterés de los miembros del sistema educativo que no tienen que meterse con estos niños en clase por el éxito o el fracaso de planes y programas que apenas consiguen retrasar lo inevitable, pero que darán para justificar algo más importante seguro. Qué pena que no encontremos los medios para que se pueda llevar a cabo una propuesta como ésta. Tan sensata como realista.
Qué trabajo el de los compañeros... como el del niño que encontró san agustín llenando con toda el agua del mar el hoyo que había hecho en la arena.
Gracias, Carmela, por invitarme :)