1.Grado de consecución de los objetivos (analizar cada objetivo y el grado de logro de cada uno).

Para este curso escolar 2017/2018 se plantearon tres objetivos fundamentales:

1. Conocer e  investigar conceptos básicos de inteligencia emocional con el fin de ir formándonos e implementarlo en el aula. Este objetivo se ha cumplido mediante la formación en educación emocional recibida por la ponencia del CEP, con unos contenidos teóricos que se reflejan en las actas de nuestras sesiones de trabajo.
2. Buscar estrategias, dinámicas, para trabajar la  resolución de conflictos y adquirir competencias para adaptarlas a la realidad del aula, favoreciéndola mejora de la convivencia en el aula y en el centro. Mediante la realización de actividades a nivel de aula o que implican a la totalidad del centro, se ha conseguido este objetivo de manera muy satisfactoria. La celebración de los carnavales en torno al cuento del monstruo de los colores a nivel de centro, o actividades de meditación y relajación a nivel de aula, son una muestra de ello.
3. Conocer e investigar dinámicas, estrategias y actividades  de educación emocional  que  potencien e inculquen valores, dando lugar a actitudes favorables en nuestro alumnado, y crear actividades específicas integradas con los planes que se desarrollen en el centro. Se han utilizado dinámicas  y estrategias para la educación emocional como el mindfulness, la meditación, o la reflexión sobre las emociones en actividades como la cosificación de los miedos (el Monstruo Comemiedos), las recetas de amor (o cualquier otra emoción), el diario emocional¿ Consideramos que este objetivo también se ha alcanzado de manera satisfactoria.

2.Logros más significativos en el centro tras la transferencia de lo aprendido.

La aplicación de lo aprendido en el día a día del centro ha sido más que evidente, con actividades que implican al centro (carnaval, día de la lectura, día de la mujer¿) y a nivel de aula (mira lo bonito, meditaciones, juegos (ikónikus), mindfulness, relajación, cosificación de los miedos¿)

En el centro se ha llevado a cabo un programa emocional, trabajando cada mes un grupo de emociones. Esto se ha reflejado en un cartel, colocado en las escaleras, en el cual el alumnado puede ver las emociones a trabaja, y las actividades que se llevan a cabo. También se han decorado las aulas y los pasillos con las producciones de los alumnos (el monstruo de los colores, recetas para el amor y la alegría, mensajes de las emociones que nos producen los libros leídos en la biblioteca¿)

Las actividades han estado en coordinación con los planes y programas del centro: Escuela Espacio de Paz, Plan de igualdad, Hábitos de vida saludable, etc.

Por lo tanto, la transferencia de los contenidos teórico-prácticos recibidos al centro/aula han sido muy satisfactorios, y por ello se continuarán y ampliarán en los siguientes cursos.

3.Logros más significativos en cada aula tras la transferencia de lo aprendido.

El alumnado tanto de infantil como de primaria ha aprendido a identificar las emociones básicas, y a asociarlas a un color determinado siguiendo el cuento de "el monstruo de los colores". Se han realizado actividades en las que se ha conseguido que puedan expresar sus propias emociones (juegos, dinámicas, actividades como la del Monstruo Comemiedos) y buscar soluciones a un estado emocional adverso o de difícil control. También ha ayudado a la cohesión dentro del centro y el aula cuando surgen conflictos.

4. Productos, evidencias de aprendizaje, que se han generado.

Durante el curso se han realizado distintas actividades que han evidenciado los conocimientos teórico-prácticos adquiridos por el profesorado en la primera parte del proceso de autoformación. Esto ha llevado a la realización de distintas actividades reflejadas en nuestro proyecto de formación, como puede ser el uso y lectura de los distintos libros sobre emociones de los que dispone el centro; la celebración de los carnavales, el día de la lectura o el día de la mujer; actividades de meditación y relajación (la ranita, sesiones de mindfulness), juegos y dinámicas con los alumnos (juego Ikónikus); recoger las emociones en un diario emocional (cuento lo bonito, como me siento hoy), tanto las positivas como las negativas; acción tutorial y resolución de conflictos; cosificación de las emociones (se trabajó con el miedo) para poder ayudar al alumnado en la identificación y manejo de dichas emociones... etc

5. Dificultades encontradas.

Las dificultades que nos hemos encontrado han sido las propias de adoptar una metodología distinta en tanto que las emociones no se pueden tratar única y exclusivamente desde una programación pre-establecida, sino también (y sobre todo) cuando surge la oportunidad para ello dentro de la convivencia diaria del centro. Profesorado y alumnado hemos tenido que aceptar esto, así como aprender a trabajar con algo tan intangible como las propias emociones.

6. Oportunidades de mejora.

Se puede continuar con el desarrollo de estrategias y los cambios en nuestra metodología en el aula y concretarlas dentro del programa común para todo el centro que se ha ido diseñando durante el presente curso.

Como propuesta para el curso que viene, se ha consensuado continuar la formación en educación emocional dentro del área de educación artística y musical. El profesorado ha constatado que se pueden hacer más actividades y conectar con la emocionalidad del alumnado en el desarrollo de este área, con resultados muy positivos.

7. Contenidos desarrollados.

Los contenidos desarrollados durante el desarrollo del proyecto han sido establecer un concepto de emoción reconocible por el profesorado y alumnado, reconocer los fenómenos afectivos, distinguir entre emociones primarias y secundarias, de efecto positivo o negativo, conocer algunas características de dichas emociones y sus posibles manifestaciones físicas, y desarrollar las competencias emocionales para gestionarlas. Esto se ha llevado a cabo desde las distintas actividades y dinámicas que hemos realizado durante el curso tanto a nivel de aula como de centro.

8.  Valoración del asesoramiento, recursos y seguimiento realizado.

Las sesiones formativas aportadas por el CEP han sido de provecho para garantizar un nivel mínimo de conocimientos teórico-prácticos sobre la educación emocional, y establecer un punto de partida para la aplicación de lo aprendido a nivel de aula y en dinámicas eminentemente prácticas. El asesoramiento por parte del CEP y el seguimiento ha sido óptimo, con una comunicación fluida y constante.