Grado de consecución de los objetivos

Los objetivos que nos planteamos al principio fueron:

1. Objetivos docentes

 

1. Reducir el nivel de estrés de los profesores integrantes de este grupo.
2. Preparar a los miembros integrantes de este grupo para practicar mindfulness en sus clases.
3. Potenciar la atención plena en el profesorado.
4. Aprender a ser conscientes de cómo nos movemos, cómo nos sentimos físicamente y emocionalmente y cómo reaccionamos ante cada momento de nuestra vida.
5. Meditar para aprender a transformar cualquier momento en el que podríamos sentirnos víctima de las circunstancias en una oportunidad de iniciativa y confianza.
6. Autoformación por parte del profesorado en Atención Plena tomando como base el texto de Andrés Martín ¿Con Rumbo propio. Disfruta de la vida¿.

 

2. Objetivos para el aula y el Centro

1.      Iniciar a los alumnos en la práctica del mindfulness.

2.      Practicar la atención a la respiración y la atención plena.

 

Los objetivos docentes podemos considerar que se han conseguido. La mayoría de los profesores realizamos el curso de mindfulness en el CEP y habitualmente practicamos la meditación. Sin embargo, hay compañeros que no hicieron este curso y también nos propusimos facilitarles unas nociones básicas (objetivo 2) para que pudieran llevarlo a la práctica, tanto a nivel individual como en sesiones con los alumnos.

En cambio, los objetivos para el aula y el Centro, no está tan claro el haberlos conseguido. Hemos realizado sesiones con los alumnos de 2º, alumnos del aula de apoyo, 3º y 4 º de ESO, pero somos conscientes de que han sido insuficientes. Ya en el curso que realizamos en el CEP, se nos aconsejaba que debíamos de practicar entre cuatro y cinco veces a la semana, algo imposible de realizar con el alumnado ya que sólo lo hemos podido llevar a cabo en horas de tutoría, algunas horas de clase, o como parte de una unidad didáctica en el caso de Educación Física. Para conseguir resultados con esta práctica el alumnado se debería haber comprometido a practicarlo en casa y sospechamos que la mayoría, sólo practicaba en las horas que estábamos con ellos en el aula.

Un objetivo que no nos marcamos, era potenciar esta actividad entre los padres, pero a demanda de ellos, Eva, les dio unas sesiones y parece que el resultado ha sido fructífero. A raíz de las sesiones se creó un grupo de Wasap donde seguimos en contacto y nos informan de que siguen practicando meditación.

Nivel de interacción entre los participantes

A nivel del profesorado, hemos realizado práctica de meditación durante varios recreos, donde se ha trabajado atención a la respiración, bodyscam, atención a las distintas sensaciones, ruidos¿.  En otras ocasiones hemos meditado con música, campanas tibetanas, etc. La dinámica del grupo ha sido muy positiva.

Con respecto al alumnado, podemos decir que han participado activamente mostrando una actitud curiosa y activa, aunque siempre había algún alumno cuyo su comportamiento no era el más idóneo, a éste, se le invitaba a abandonar el grupo, pero en raras ocasiones lo hacía, incorporándose posteriormente a la actividad. Algunos alumnos del aula de apoyo no participaban porque tienen un miedo atroz al ridículo y temen ser objeto de burlas por realizar estas prácticas.

 

Grado de aplicación en su contexto educativo

Las sesiones han sido distintas tanto en la duración como en el número. La mayoría de los profesores ha usado horas de tutoría, horas de clases lectivas propias de la materia del profesor, horas correspondientes a la unidad didáctica de Relajación impartida en 2º, y 4º de ESO. Otros profesores, han preferido aplicar las prácticas de meditación en sesiones más cortas, entre cinco y diez minutos, y lo han utilizado para ayudar al alumnado a concentrarse en la clase y tener un mayor grado de aprovechamiento.

Efectos producidos en el aula tras la transferencia de lo aprendido

El grado de satisfacción en cuanto a los efectos que se han observado ha sido alta en caso de los padres y variable en el del alumnado, ya que es importante que los alumnos se lo tomen en serio y, siempre en cada clase, hay alguno que no se implica suficientemente. En general, cuando se aplica cinco o diez minutos antes de la clase normal, podemos decir que el alumnado está más relajado (se aprecia especialmente en los grupos de 1º de ESO) y ayuda a dar la clase de una manera más sosegada y aprovechada. También cuando la meditación es de una hora el alumno está más tranquilo en la hora siguiente. No hemos observado que disminuyan las conductas contrarias a las normas de convivencia en los alumnos que practican la meditación.

 

Productos, evidencias de aprendizaje que se han adquirido

El alumnado tiene ahora herramientas para realizar la práctica de manera individual. 
El hecho de que en la clase se haga Mindfulness es importante para ellos, para que entiendan la importancia de parar la mente. En alumnos de 2º y 4 de ESO hemos utilizado el material del libro de Educación Física, así como información de los recursos vistos anteriormente y los 3 CDS del curso del CEP.

También, se han elaborado unos cuadernillos para cada sesión que se ha realizado con los padres.

 

Destacar aspectos que hayan resultado interesantes

Se pueden destacar a dos niveles:

Profesorado. La mayoría de los profesores desconocíamos este tema y podemos decir que ha sido el inicio en la práctica de la meditación. Se puede afirmar que hemos aprendido a meditar, algo que parecía imposible.

Alumnado. En general resulta interesante la actitud del alumnado hacia las prácticas de Mindfulness, al principio bastante recelosa. Después de hacerlo, descubren que les gusta y lo reclaman ellos mismos. Aunque somos conscientes que no todos los alumnos se lo toman en serio.

 

Destacar aspectos susceptibles de mejora

El primero, sería aumentar aún más la implicación del profesorado. Debemos dedicar más tiempo tanto a la práctica individual como en las sesiones con el alumnado.

Algunos profesores son partidarios de seleccionar a los alumnos, de modo que sólo practicarían meditación aquellos alumnos realmente interesados, lo que ocasionaría un problema. ¿Qué hacemos con los no interesados?

Por último, habría que mejorar el lugar donde realizamos la meditación. El aula, gimnasio, no son los más indicados, ya sea por el nivel de ruido o por la temperatura. Este problema, en el caso del profesorado, lo solucionamos en parte realizando nuestras meditaciones en un aula insonorizada perteneciente al departamento de imagen y sonido. Algo imposible de realizar con los alumnos debido al tamaño de esta sala.