El pasado lunes día 28 de Mayo se me ocurrió proponer al aalumnado de 1º de eso una pequeña actividad que practicamos en el grupo de trabajo en la última sesión. Se trataba de ir caminanado de forma aleatoria, sin seguir a nadie, y a la voz del profesor, pararse delante de algún compañero/a y fijar la mirada en sus ojos, durante un espacio de tiempo de aprox. un minuto. Lo planteé por que estaban muy alterados y no se centraban en nada.
El juego tiene una regla básica y es que no se puede hablar en el momento en que las miradas se cruzan. Les hice pararse al menos con tres compañeras/os distintas. Ya desde la primera mirada cambiaron completamente , dejaron de gritar y de hablar y se centraron en lo que estaban haciendo. No es nada fácil mantener una mirada fija.
Al terminar les pregunté como se habían sentido y si podían expresar las emociones que se les habían venido a la cabeza.
Para ellas la actividad había sido muy intensa, pero no lograban expresar emociones. Muchos se quedaban en : "ha estado bien" "interesante", y después de un ratito con un poquito de ayuda empezaron a decir que se habían sentido incómodas, alteradas, les había costado mucho mantener la mirada, en cambio a otras les había relajado . Opiniones muy dispares que me dan pié a seguir formándome y proponere muchas mas dinámicas como esta.